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Chipa argolla
Esta cuestión de la asunción del presidente electo me hace recordar de un niño que iba caminado con la madre cuando ve a un chipero, entonces comienza a llorar. Su madre asustada le pregunta: “¿Qué te pasa mi hijo?”. “Tengo hambre mamá”, la madre presurosa llama al chipero y le compra una chipa argolla.
Continúan su camino y al poco rato, rompe en llanto de nuevo el niño. Más que desconcertada la madre le pregunta de nuevo “Y ahora , que te pasa?”. El niño le responde : “No sé por dónde empezar a comer mi chipa”.
Más o menos es lo que ocurre con Maduro y demás presidentes de los países vecinos
Desde hace un tiempo más que suficiente, los cerebros del gobierno actual y los entrantes, no encuentran la manera elegante de zafarse de este asunto más que enrevesado. Por un lado , todos los desplantes , hasta ofensivos del cual fueron objeto nuestros representantes, hasta nuestro presidente y por el otro lado la necesidad de seguir adelante.
Se me ocurre que una manera poco ortodoxa sería que el presidente electo asumiera en el Congreso sin invitar a nadie. De todas maneras lo mismo va a ser presidente con todas las prerrogativas, así nadie sale enojado y demos tiempo al tiempo para ir limando las diferencias, ya que no podemos llevar al Paraguay a otro lugar.
Por último, nos preocupamos por cosas tan baladíes y no estamos orientando nuestros esfuerzos hacia la solución de problemas mucho más graves, que venga o no Maduro y demás…
Gilberto Visconte
Mercenarios de la bola
Sic transit gloria mundi es la expresión latina que cristaliza el sabor efímero de los triunfos, circunstancia de la cual se reanima el perdedor con la frase: A otra cosa mariposa. Ajeno a toda xenofobia o rechazo de lo que no sea paraguayo, me pregunto, cuál es el mérito de ganar un campeonato de fútbol local teniendo 8 jugadores extranjeros en el terreno de juego. Dónde están los compatriotas para tener que nacionalizar ciudadanos argentinos y cargar con ellos nuestra selección albirroja. La autenticidad se hace añicos, particularmente pienso así, cuando se escucha por los canales argentinos, y de ganarse los encuentros ni te cuento, comentarios sobre el equipo del argentino fulano. Claro, con tal de ganar hasta equipos poderosos como la selección de Alemania hace eso, si eso sirve de consuelo.
Hoy los dos equipos más grandes del país están con serios problemas económicos contractuales y con más déficits que logros deportivos. En dicho balance hablan de la desdolarización de los salarios que ostentan algunos privilegiados, lo que amén de buena idea, debería reforzarse con proyectos a largo plazo que se nutran de un semillero bien cuidado. Es frase común aquella que se escucha al paso: “Cuesta jugar en Olimpia y en Cerro”, al tiempo de afirmarse que en ocasiones se necesitan más de padrinos que de calidad. Incorporar en menor cantidad a costosos jugadores extranjeros hechos o acabados, en aras de la gloria, es la mala costumbre a vencer. Seamos más patriotas y busquemos la calidad en nuestras propias venas, de suerte tal que llegado el éxito tenga por rótulo: “¡Y es paraguayo!”…y no el famoso “orgusho de ser paraguasho”.
Julián Navarro Vera
Contenedores
¿Cuánto tiempo puede estar un contenedor en la calle? Mi pregunta se debe a que algunos se perpetuan en las calles y no se mueven de allí, sin ninguna multa o advertencia para quienes los instalan. Son un peligro mayúsculo para las personas que transitan en coche, además de que restan espacio para la circulación y acumulan agua, que luego se convierte en criaderos de mosquitos.
Andrés Cáceres