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Gran escandalete ya armó el pacto “alegre” y nada “ético” de los últimos días a pocas semanas de nuestras benditas nuevas elecciones presidenciales. Lo que pareció un gran “golpe” efectista a favor de los liberales y progresistas pronto parece convertirse en tiro por la culata, cuyo efecto sería predecible.
La desesperación por lograr votos y revertir la tendencia desfavorable que se percibe en las encuestas, hace que los liberales (sus aliados son insignificantes cuantitativamente hablando) concreten acuerdos y ya cantan victoria por anticipado, tan inocentemente, mientras los verdaderos adversarios (colorados) se regocijan y aseguran que sacarán más tajada del entuerto.
Lo malo es que de por medio hay mucho dinero del fisco puesto a disposición generosa y sospechosamente en las faltriqueras de Oviedo Matto, uno de los actuales líderes oviedistas, y su empresa, en una dudosa y rápida operación de compra de tierras posiblemente sobrefacturadas en Altos.
Al final serán los ciudadanos contribuyentes los que pagaremos el “negociado”, en un hecho inescrupuloso y fraudulento más gestado por políticos sabios en latrocinio.
¿Será que a Alegre y Filizzola no les queda una pizca de honestidad y no les importa sumergirse aún más en el fango del descrédito que se ganaron últimamente por sus gestiones cuando eran parte del gabinete de Lugo?
¿Son tan crédulos, ilusos, inocentes... para confiar en el pacto con el diablo, por el que ya anticiparon tan descomunal paga?
¿De qué voto útil hablan, si son tan iguales que los candidatos colo’o, de cuyos nefastos antecedentes todos sabemos no cabe tampoco la menor duda?
Lo más probable es que terminen llorando una “traición” oviedista al filo de la jornada del próximo 21. ¿No aprendieron todavía de la experiencia de Caballero Vargas, “estafado” por los argañistas que le prometieron el oro y el moro en el 93? Realmente quiero creer que este país definitivamente no tiene suerte. Los peores candidatos son los que tienen la chance de ganar. Y los mejores, que no serían más de dos, no tienen el respaldo numérico en votos. Y conste que no hablamos todavía de los postulantes a ocupar bancas en el súperpoder del Parlamento.
Manfredo Legal
Conducción
El pueblo necesita de conductores: históricamente se lo ha manejado bajo batutas personales pegadas al caudillismo o bien encerrados en ese marco muy parecido al de “pa’ima he’i” pero lejos, muy lejos, de involucrar a los habitantes de la nación en un esfuerzo de planes y métodos de emprendimientos de trabajos de producción y rentas compartidos. Falta ese acceso compartido al plan, a su aplicación y su disfrute armónico. Falta conducción y consiguientemente, ante la palpable carencia, falta el conductor.
Salvo algunas muy pocas personas o grupos sobresalientes que no perduraron, los partidos políticos no han podido reproducir esos pocos ejemplos.
Esa convocatoria editorial de vuestro diario tiene esencia y sabor a patria, pues conlleva un fuerte deseo de educar e ilustrar para organizarse y movilizarse para reivindicar nuestro otrora rico acervo comunitario. No sería por demás sino una reiteración necesaria reproducir el oportuno editorial, aunque sea en menos espacio, convocando también al demos universitario, no solo a los titulados, así como a los circundantes del propio sitio y de la región, donde el débil pero perverso Franco tramita otorgar el “tenebroso asunto que amenaza el futuro de nuestra patria”
Su editorial sigue y seguirá siendo de gran actualidad y da lugar a un claro y necesario movimiento de la sociedad civil. Los partidos políticos en su mayoría, salvo un par de ellos no han siquiera mencionado a RTA. Por algo ha de ser que en el mundo circulan afirmaciones de que los medios son los más fuertes partidos políticos del mundo.
Gustavo A. García
Concordancia
Considero que si un político pretende nuestros votos, como mínimo, debe esforzarse porque el número y el género de sus oraciones coincidan. Un poco de concordancia no le hace mal a nadie y sería muy necesario que hicieran el esfuerzo, dado que todo el tiempo se los escucha hablar en las radios y en la TV. En los diarios, creo, editan sus errores, y los hacen quedar bien.
Es un mínimo esfuerzo mental, es gratis, y van a hacer un bien a todos.
Marcial Sosa