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Es el nombre de un proyecto de cooperación vecinal implementado por los menonitas de la colonia Friesland en el 2000, y que comenzó a tener frutos en 5 años. Se logró eliminar el abigeato, logró incorporar a la rueda productiva a campesinos nómadas convirtiéndolos en agricultores estables. Una excelente alternativa a un problema arraigado y de décadas: exclusión social. La virtud aplicada por los menonitas se llama solidaridad; es apenas una aplicación pragmática de preceptos bíblicos tan antiguos como la Ley mosaica. Si los liberales de ultranza lo prefieren, llamaremos al éxito en cuestión de: “un buen negocio agropecuario”. Algunos modernistas que gustan de los barbarismos lo llamarían de “agrobusiness”, en que se demuestra que “reinvirtiendo” un porcentaje de mis ganancias, tengo estabilidad en mis lucros.
Para los economistas agnósticos o ateos, les remito al libro de Levíticos, Cap. 25: 3-12, donde el Creador y hablaba de descansar el suelo cada 7 años, de rotación de cultivos, de devolver la tierra a los antiguos ocupantes cada 50 años. Algo similar vienen haciendo hace 79 años las otras comunidades menonitas del Chaco, llegando a una convivencia armónica con los indígenas. Estas colonias han demostrado suficientemente que el método les da prosperidad y paz social. Las comunidades indígenas del Chaco Central, al igual que otra muy respetada de la Región Oriental, la comunidad Aché del Ñacunday, son reconocidas como modelos de lucha contra la pobreza, habiendo llegado a un alto nivel de desarrollo, muy por encima de “asentamientos campesinos”. Es una muestra más de que la asistencia técnica “brota” o germina, mientras el asistencialismo, practicado por el Estado hace décadas, tarde o temprano marchita y muere.
Álvaro José Castorino Anzoátegui
La cultura como destino inevitable
La cultura no es un accidente, es un destino por el cual pocos deciden luchar. Pero a veces, la cultura entra en nuestra vida sin darnos cuenta, no importa que nos hagamos el perezoso y huyamos de ella. Ya sea de forma indirecta siempre aprendemos algo de todo los que nos rodea. Porque todo hombre que vive en la sociedad tiende a asociarse, a relacionarse porque esa es nuestra naturaleza y la sociedad es la responsable de nuestra cultura, la sociedad es maestra que nos ofrece todo. Es preciso dejar lo mejor de nosotros en cualquier parte por donde pasemos. Y todo el mundo pasa también por internet.
Conozco a gente que nunca abrieron, fuera de la escuela, un libro, ni se tomaron la molestia de leer ni los títulos de la prensa. Pero hoy en día, gracias a los medios de comunicación, en especial a internet y las redes sociales, al menos una ínfima parte de la cultura ha llegado a acariciar el intelecto de la gente. Pues cuando leen y escriben los mensajes electrónicos, están haciendo una práctica útil a su cerebro, un ejercicio mental, están superándose a sí mismos. Lo mismo cuando están informándose. Y así mantienen una relación cultural que los enriquece recíprocamente.
No cabe duda, que la tecnología nos brinda esa oportunidad de progresar de alguna manera, pero también hay que llevar en cuenta que puede también deshumanizarnos, embrutecernos. No todo lo que leamos en internet será bueno. Un buen uso de ello es primordial, hacer una buena selección de las páginas que visitamos. Eduquémonos, pues somos seres humanos.
Podríamos empezar leyendo un artículo todos los días. Y cuando hagamos los comentarios evitemos escribir de esa forma vulgar y onomatopéyica que hoy caracteriza a la mayoría de la juventud paraguaya. Acostumbrémonos a escribir las palabras de forma completa. Las letras son gratis. Quizá de esa forma nos entendamos mejor. Eduquémonos, si nos gustan leer los libros, al menos aprovechemos esa biblioteca virtual que tenemos en la computadora.
Cristian David López
La Iglesia católica
Hace falta que Uds. publiquen o informen cualquier noticia sobre la iglesia, y sobre todo en primera plana, con el texto o aclaración de que se trata de la Iglesia católica y no de la iglesia simplemente. Pues, ustedes deben conocer que la Iglesia católica no es la iglesia en general y por deducción doctrinal no es en la cual se practica el cristianismo bíblico, que es en realidad la Palabra de Dios.
Sin entrar a profundizar estos aspectos, sencillamente sugiero que se publiquen informaciones o situaciones que se refieran a la Iglesia católica romana, como tal nominalmente y no incluir a todas en las iglesias en ese contexto.
Víctor Manuel Figari Fretes