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Curiosos y furiosos
Resulta que ahora nos quieren controlar desde el gobierno. Entonces piensan promulgar la Ley PYRAWEB (humorada folclórica que recuerda a los miserables informantes –pyrague, de andar silencioso– del stronato). Pensé en ese nuevo agravio y salió lo siguiente:
Existen y existieron escuchas clandestinos en este país, incluso antes del stronato (1954-89). Ninguno de esos gobiernos se atrevió a darle visos y menos firmeza de legalidad.
De las excepciones, todos lo saben: conflictos internos o externos, amenazas evidentes que indican precauciones de control, etc. Debiéramos buscar una similitud de que aquí se esta copiando una práctica relacionada al Patriot Act (acta patriótica).
Se trata del decreto presidencial que George Bush creó, fomentó y recompensó las delaciones entre ciudadanos y residentes en EE.UU. Con ese instrumento de barbarismo sátrapa, en EE.UU. se acallaron todas las protestas y se fomentaron las discriminaciones étnicas, religiosas y posiciones sociales.
El real motivo oculto fue destruir “el eje del mal”: Siria, Libia, Irán. Además se dio bases (vía libre) donde se asentaron los golpes financieros de 2008.
No nos olvidemos del germen, la caída de las Torres Gemelas; la implosión del edificio con archivos de la CIA, que estaba en frente de las Twin Towers; la misteriosa explosión en el Péntagono, casi a ras del piso; del derribo de un avión con pasajeros; el apaleamiento de bomberos (por policías GEO) que buscaron y aparentemente encontraron restos de explosivos implosionantes entre los escombros.
En fin, que el Hachece está sometido con y por los métodos ridículos, como horribles, del antiterrorismo es evidente. Esos son los que causan verdadero terror por que no solo quieren legalizar su penetración en la vida particular de la ciudadanía sino que llenan de pavor y temores a un pueblo ya muy sufriente en sus miserias.
Concluir con esas indigencias es la real obligación de este mandatario de partido comprado en un black day ¡ominoso para la nación! La ciudadanía ofendida por esta pretenciosa invasión a su privacidad está en la obligación de mostrar su indignación. Para eso debemos utilizar el medio de expresión más contundente que poseen los pueblos: las calles públicas.
Gustavo García
¡Estamos muy mal! ¿Hay esperanza?
Hace tiempo me preocupa la situación de nuestro pueblo paraguayo. No veo avances, ni en salud, ni en educación, ni en moral, ni en política.
Leo de mucha corrupción y de envidia a los que se enriquecieron ilícitamente. No es culpa del sistema, es culpa de las personas. Parece que todos están esperando su turno para robar, y mientras no pueden robar se quejan de los políticos corruptos.
Ya es una excepción y digno de titulares de noticias, cuando se encuentra a una persona honesta: “alguien devolvió lo que encontró”. Todavía no he leído “devolvió todo lo robado”. Ser honesto tendría que ser lo normal, y no la ¡excepción! Si seguimos así, nunca progresaremos.
Reinhard Warkentin