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ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa, de nuestra redacción regional).Las lluvias registradas entre el domingo y ayer resultan altamente favorables a los cultivos de trigo, que se encuentran en una etapa de llenado de granos, confirmaron técnicos de la Cooperativa Colonias Unidas, una de las principales productoras del rubro en Itapúa, donde hay unas 70.000 hectáreas del cereal.
Tras casi dos meses de estrés por falta de agua, estas lluvias no podían ser más oportunas, refirió Orlando Gallas, jefe de la unidad de asistencia técnica de la cooperativa. En este caso, Colonias Unidas sola tiene casi la mitad de todo lo cultivado, unas 34.000 hectáreas, a las que se suman otras unidades productivas importantes, como la cooperativa La Paz, de la comunidad japonesa de La Paz, y la empresa Trociuk y Cñía., en Fram.
Según el especialista, el cereal está hoy en plena fase de llenado de las vainas, y estas lluvias son oportunas. Si no llueve más en los próximos días, o si no se registra alguna helada, cosa poco probable ya a esta altura del año, “creo que tendremos una muy buena cosecha de trigo”, afirmó Gallas.
El promedio de agua caída en estos dos últimos días es de entre 50 y 100 milímetros, pero fue una lluvia mansa, no violenta, lo que permite una buena humectación del suelo, y esto también favorece a las tareas de control de malezas, que ya está en inicios, con miras a la próxima temporada de siembra de soja.
La cosecha del trigo comenzará la próxima semana, con las parcelas cultivadas más temprano, pero el grueso de la recolección se hará en septiembre, hasta finales de mes o inicios del mes siguiente. A renglón seguido viene el cultivo de la soja.
Los que tienen trigo deben cosechar primero, y los que no ya podrán iniciar la siembra de soja a mediados de septiembre, previendo un mes de enero con pocas lluvias, explicó el productor. El grueso de la siembra de soja se anuncia para entre el 20 y el 25 de septiembre.
“Regalo” en Ñeembucú
PILAR, Dpto. de Ñeembucú (Clide Noemí Martínez, corresponsal). El Ñeembucú recibió el regalo de una lluvia después de una prolongada pausa sin precipitaciones. Las condiciones climáticas permitieron generar el optimismo de los habitantes del sur y particularmente de los productores, que se encontraban en una situación límite por la sequía que afectaba la región. Los más beneficiados son los agricultores, considerando que en muchos casos la falta de humedad en el suelo impedía el inicio de las tareas en las chacras y el crecimiento de aquellos cultivos que ya están en pleno desarrollo, según testimonios recogidos en el sector.
También los ganaderos han expresado satisfacción por la lluvia, ya que el agua se ha acumulado suficientemente en los tajamares de estancias de la zona. La única consecuencia negativa es el impacto en los caminos, que en su mayoría son de tierra y se vuelven intransitables con las lluvias.