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Manifestó que, desde el punto de vista del sector privado, este tipo de medidas administrativas “siempre van a generar distorsiones y no van a ser beneficiosas para la inversión”.
Cuando se le indicó que supuestamente la idea es proteger la industria cementera nacional, el dirigente empresarial añadió: “Todo lo que signifique protección o proteccionismo, tiene corta vida. Si una empresa o sector no es eficiente, no hay forma de sostener esas ineficiencias en el tiempo. Además, encarece innecesariamente los precios de los productos importados, y en última instancia el perjudicado es el consumidor final”.
Cabe recordar que el Poder Ejecutivo, a través del Decreto 6533/16, del pasado 21 de diciembre, estableció una nueva licencia previa no automática para la importación de cemento de Pórtland y cementos especiales tales como cementos hidráulicos (comprendidos los cementos sin pulverizar o clínker), incluso coloreados; cemento blanco, incluso coloreado artificialmente; cemento normal y cementos aluminosos.
A favor de la medida
Por su parte, el alto ejecutivo de “Cementos Yguazú”, Matías Carderelli, dijo que personalmente y en términos generales está a favor de la licencia previa establecida para el rubro, ya que busca “fomentar la industria nacional como motor de crecimiento” del país.
Añadió que la medida busca brindar previsibilidad al mercado y garantizar la calidad de los productos que se comercializan. “En nuestro caso, somos una compañía de capitales mixtos (nacionales y extranjeros), que ha invertido más de US$ 180 millones en la construcción de nuestra planta, en lo que representa por el momento la inversión industrial privada más importante de la historia de Paraguay”, agregó.
Finalmente, comentó que la fábrica produce hoy cerca de 500.000 toneladas (10 millones de bolsas de cemento al año), lo que representante alrededor el 40% del mercado total.