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El mismo operó por años con la casa de cambios clandestina denominada "Telefax SA Préstamos Prendarios" sin que los organismos de seguridad y prevención de hechos delictivos procedan siquiera a molestarlo.
Conforme con los datos, Hijazi tenía la "bendición" de altos jefes policiales y fiscales de la región a cambio de generosas dádivas. Como muestra del estrecho relacionamiento existente entre el libanés y los agentes del orden podemos mencionar un pergamino de reconocimiento entregado por el subcomisario José Sánchez al extranjero. El escrito menciona "Policía Nacional, Dirección de Apoyo Técnico, Departamento de Delitos Económicos, Oficina Regional de Ciudad del Este, a Kassem M. Hijazi nuestro reconocimiento y gratitud por su apoyo y asistencia en beneficio de la institución".
Este pergamino fue encontrado por la pared de la casa de cambios clandestina desmantelada el lunes a la tarde durante la intervención judicial-policial, encabezada por los fiscales Juan Carlos Duarte y Carolina Rosa Gadea, ocasión en que fueron incautados del lugar 450 mil dólares y 240 mil reales (más de 3.000 millones de guaraníes).
Además de agentes de Delitos Económicos, también otras autoridades policiales y militares apostados en la cabecera del Puente de la Amistad recibían las "colaboraciones" de Hijazi para poder operar con tranquilidad en el envío irregular de siderales sumas de dinero al Brasil, según los datos.
Hijazi habría aportado una buena suma de dinero para la construcción del nuevo y moderno edificio de la oficina regional de Delitos Económicos, ubicado al costado de la comisaría 2ª del barrio Ciudad Nueva de esta ciudad, conforme con nuestras fuentes.
SEGUIRÁ PRESO
Kassem Mohamad Hijazi y Nelson Fariña Fleitas siguen recluidos en la guardia de la Jefatura de Policía del Alto Paraná en espera de que la jueza Norma Gamarra de Martínez se expida sobre el pedido de medida sustitutiva de libertad planteado por sus abogados.
Ambos fueron imputados por el supuesto hecho de lavado de dinero y evasión impositiva por el fiscal Juan Carlos Duarte. El mencionado representante de la ciudadanía se opuso a que se le conceda la libertad condicional a los procesados por inminente peligro de fuga del país, teniendo en cuenta que el libanés ni reside en la zona, atendiendo a que cuenta con su domicilio en la localidad de Tres Lagoas, Brasil, conforme con los datos.
Los abogados Eduardo Ortiz y Francisco Almeida, defensores de los imputados, aseguraron que sus clientes no se dedicaban al lavado de dinero y que demostrarán eso ante la justicia.
Significaron que el trabajo del libanés consistía en conceder en préstamo dinero a sus compatriotas. Sin embargo, para el Ministerio Público no hay duda de que el extranjero remesaba millones de dólares en forma irregular, semanalmente, a distintos países del mundo.