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El contrato, de unos US$ 7 millones, fue firmado en octubre de 2013 por Osmar Sarubbi, titular de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), y Javier Gala González, representante de Magtel.
Según el documento, los medidores, que no serán pagados directamente por los usuarios, debían ser instalados en 15 meses, pero supuestamente “por falta de fondos para el adelanto” Magtel recién comenzó a colocarlos en enero de 2015. Para el efecto contrató a una desconocida empresa local, MBM Ingeniería, propiedad de Milciades Brítez, que tuvo varias denuncias, como la falta de pago a los operarios que hicieron el trabajo.
A esto se suma un informe de auditoría interna divulgada a principios de este año, que revela otra serie de irregularidades como la instalación de los aparatos sin las cajas correspondientes que establece el pliego de bases y condiciones (PBC). Las autoridades de la Essap dijeron aquella vez que exigiría a la empresa cumplir con las exigencias.
La otra firma contratada para colocar otros 4.700 medidores, que tampoco está cumpliendo con los plazos, es Covipa (Consorcio de Viviendas Paraguayas). La suma del contrato asciende a US$ 1,2 millones.