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Por otro lado, el ministerio, comunicado mediante, asegura que a la fecha, y conforme a los registros electrónicos de la Ventanilla Única del Importador (VUI), “no existen licencias previas de importación que estén fuera del plazo establecido”. Agrega que, paralelamente, se encuentra concluyendo un estudio acerca de las implicancias tributarias de las importaciones de referencia y su comercialización para ser remitidas a la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), “en atención al comportamiento atípico del análisis que surge de lo importado versus lo comercializado en materia de combustibles, según datos proveídos por las distribuidoras”.
Preguntado Leite si este último punto del comunicado dejaría entrever una posible evasión fiscal, el ministro no quiso abundar en detalles, aunque señaló: “Siempre hay que asumir que la gente puede cometer errores, no hay que juzgar antes de tiempo”.
Requerido sobre si el sector privado puede dejar de comprarle a Petropar, que parece ser lo que causa roncha, contestó: “Ellos tienen contrato con Petropar, y hay un decreto que dice que el 50% tiene que ser importado por Petropar y, con base en eso, se hace un cupo todos los años. De hecho, vamos a tener que hacer de vuelta los cupos para el año que viene”.
Al referírsele que el sector privado argumenta que los contratos son leoninos, Leite dijo: “Lo que ellos no dicen es que cada vez que Petropar les vende un litro de nafta común y un litro de diésel común, les hace ganar 450 guaraníes”.
“Ganaron fortuna”
Sobre la posición de las distribuidoras de que esta operación les hace perder plata, respondió: “Y esa es una interpretación de ellos, pero cuando Petropar tenía que perder, sin dudas que les convenía. Ellos ganaron fortuna cuando a la estatal le hacían perder entre el 2008 y 2009. No hay que olvidar que con eso se generó una deuda (con PDVSA) de US$ 269 millones, y ese dinero desapareció, sin embargo, en aquel tiempo ellos ganaron plata”.
Añadió que este Gobierno cambió el modelo en el que Petropar era el “pato de la boda”, los privados ganaban siempre y la ciudadanía no se beneficiaba. “Pese a todo, subieron la importación y las ventas en las gasolineras, entonces alguien está ganando”, acotó.