Cargando...
El ISC es el tributo que afecta actualmente a los precios de los combustibles. Por Ley 125/91, modificada por Ley 2421/04 de Reordenamiento Administrativo y Adecuación Fiscal, se estableció que también debería ser aplicado a los combustibles una tasa del 10% del IVA; sin embargo, por medio de un decreto, el Ejecutivo mantiene suspendido el tributo.
Un informe elaborado por la Dirección de Política Fiscal del Ministerio de Hacienda refiere que el ISC grava la comercialización de naftas y diésel, y posee alícuotas que van subiendo de acuerdo al octanaje. De esta forma se tiene que las naftas de 97 octanos soportan una tasa del 38%, mientras que las de 85 octanos están gravadas con tasas del orden del 24 por ciento.
El diesel, en cambio, está sujeto a una tasa nominal del 18 por ciento (pero sobre el precio de venta en planta de Petropar); sin embargo, la tasa efectiva resultante es de 15% (cuando se calcula el monto del tributo sobre el precio final de venta al público).
El documento resalta que el Brasil es el que aplica la mayor carga tributaria a las naftas de menor octanaje. De esta forma, el 54 por ciento del precio pagado por un litro de nafta en el Brasil va al fisco. Muy cerca de Brasil se encuentran Chile y Bolivia, que perciben en concepto de impuesto el 47 por ciento del precio pagado por el consumidor final. Le siguen en orden de importancia la Argentina y el Uruguay.
El Paraguay es considerado en este reporte como el que aplica entre todos los países la menor carga tributaria sobre las naftas de bajo octanaje, quedándose el fisco con el 24 por ciento del precio pagado por el consumidor.
En general, las naftas de mayor octanaje soportan tasas impositivas mayores. El país que grava más fuertemente este tipo de naftas es Bolivia, cuyo fisco se queda con el 56 por ciento del precio final de venta. El grado de variación de tasas impositivas en este tipo de naftas no es muy elevado y, en este sentido, Paraguay es el país que aplica las menores tasas y grava a este tipo de naftas con el 38%.
En la región, el diésel es gravado con impuestos que representan entre el 15 y el 47 por ciento del precio final de venta. Nuevamente, Bolivia grava más fuertemente este combustible, con una sumatoria de impuestos equivalente al 47 por ciento del precio, mientras que el Paraguay aplica una tasa equivalente al 15 por ciento del precio. En un nivel medio se encuentra Chile con impuestos equivalentes al 26 por ciento del precio de venta final.
PAGOS EN MONTOS
De acuerdo con el estudio de Hacienda, los paraguayos están pagando entre 995 y 2.347 guaraníes en concepto de impuesto por cada litro de nafta que están comprando en forma diaria. Los montos varían de acuerdo con los octanajes de los combustibles.
En el caso del gasoíl, el monto de tributo está en aproximadamente 600 guaraníes por cada litro.
RECAUDACIONES
El ISC aplicado a los diferentes tipos de combustible contribuye al Estado paraguayo el 13% del total de recaudaciones que obtiene el fisco en concepto de tributos, de acuerdo a las cifras finales manejadas durante el ejercicio 2006.
En efecto, en el mencionado año, el ISC dejó a la administración tributaria una recaudación de 828.665 millones de guaraníes (US$ 162 millones al tipo de cambio actual). Esta cifra representa el 13% del total obtenido en concepto de ingresos tributarios, que ascendió ese año a 6 billones 278.086 millones de guaraníes (US$ 1.228 millones).
Datos oficiales del fisco revelan que, en el año 1998, los ingresos totales del ISC a los combustibles dejaron al Estado 159.292 millones de guaraníes (US$ 31 millones al tipo de cambio actual). Para el año 2002, en que terminaba el gobierno de Luis González Macchi, el mismo impuesto rendía al Estado un total de 360.004 millones de la moneda nacional (US$ 70 millones al tipo de cambio actual).
Un informe elaborado por la Dirección de Política Fiscal del Ministerio de Hacienda refiere que el ISC grava la comercialización de naftas y diésel, y posee alícuotas que van subiendo de acuerdo al octanaje. De esta forma se tiene que las naftas de 97 octanos soportan una tasa del 38%, mientras que las de 85 octanos están gravadas con tasas del orden del 24 por ciento.
El diesel, en cambio, está sujeto a una tasa nominal del 18 por ciento (pero sobre el precio de venta en planta de Petropar); sin embargo, la tasa efectiva resultante es de 15% (cuando se calcula el monto del tributo sobre el precio final de venta al público).
El documento resalta que el Brasil es el que aplica la mayor carga tributaria a las naftas de menor octanaje. De esta forma, el 54 por ciento del precio pagado por un litro de nafta en el Brasil va al fisco. Muy cerca de Brasil se encuentran Chile y Bolivia, que perciben en concepto de impuesto el 47 por ciento del precio pagado por el consumidor final. Le siguen en orden de importancia la Argentina y el Uruguay.
El Paraguay es considerado en este reporte como el que aplica entre todos los países la menor carga tributaria sobre las naftas de bajo octanaje, quedándose el fisco con el 24 por ciento del precio pagado por el consumidor.
En general, las naftas de mayor octanaje soportan tasas impositivas mayores. El país que grava más fuertemente este tipo de naftas es Bolivia, cuyo fisco se queda con el 56 por ciento del precio final de venta. El grado de variación de tasas impositivas en este tipo de naftas no es muy elevado y, en este sentido, Paraguay es el país que aplica las menores tasas y grava a este tipo de naftas con el 38%.
En la región, el diésel es gravado con impuestos que representan entre el 15 y el 47 por ciento del precio final de venta. Nuevamente, Bolivia grava más fuertemente este combustible, con una sumatoria de impuestos equivalente al 47 por ciento del precio, mientras que el Paraguay aplica una tasa equivalente al 15 por ciento del precio. En un nivel medio se encuentra Chile con impuestos equivalentes al 26 por ciento del precio de venta final.
PAGOS EN MONTOS
De acuerdo con el estudio de Hacienda, los paraguayos están pagando entre 995 y 2.347 guaraníes en concepto de impuesto por cada litro de nafta que están comprando en forma diaria. Los montos varían de acuerdo con los octanajes de los combustibles.
En el caso del gasoíl, el monto de tributo está en aproximadamente 600 guaraníes por cada litro.
RECAUDACIONES
El ISC aplicado a los diferentes tipos de combustible contribuye al Estado paraguayo el 13% del total de recaudaciones que obtiene el fisco en concepto de tributos, de acuerdo a las cifras finales manejadas durante el ejercicio 2006.
En efecto, en el mencionado año, el ISC dejó a la administración tributaria una recaudación de 828.665 millones de guaraníes (US$ 162 millones al tipo de cambio actual). Esta cifra representa el 13% del total obtenido en concepto de ingresos tributarios, que ascendió ese año a 6 billones 278.086 millones de guaraníes (US$ 1.228 millones).
Datos oficiales del fisco revelan que, en el año 1998, los ingresos totales del ISC a los combustibles dejaron al Estado 159.292 millones de guaraníes (US$ 31 millones al tipo de cambio actual). Para el año 2002, en que terminaba el gobierno de Luis González Macchi, el mismo impuesto rendía al Estado un total de 360.004 millones de la moneda nacional (US$ 70 millones al tipo de cambio actual).