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El miércoles 16 de diciembre último, casi a la misma hora, se produjeron dos anuncios de política monetaria: uno, en la primera economía mundial, y otro, en el vecindario. Por un lado, el aumento de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos, y por el otro, la eliminación del “cepo cambiario” en Argentina. La Fed resolvió su primera subida de tipos de interés desde 2006 como una primera lectura de la salida de EE.UU. de la crisis originada en los créditos malos. Los mercados ya venían asumiendo la subida de tipos de interés un cuarto de punto, que dejó las tasas de referencia entre el 0,25% y el 0,50%.
Se pone así fin a un largo periodo en que la política monetaria de EE.UU. funcionaba como un aspersor inundando de dólares los mercados, mientras ahora se quiere iniciar un proceso de succión de esos mismos dólares para incentivar la inversión en la economía norteamericana a fin de seguir mejorando los indicadores del mercado de empleo y, con ello, dinamizar el consumo interno. Si bien la gradualidad es la característica fundamental de esta nueva etapa iniciada por la Reserva Federal, queda claro que la trampa de la liquidez en que prácticamente se movió la economía estadounidense por muchos años va quedando atrás. Básicamente, la trampa de la liquidez es un escenario en que los agentes económicos prefieren mantener efectivo en el bolsillo porque no tienen estímulo (tasa atractiva) para invertir.
Por ahora, para el BCP pareciera que dicha suba de tasa no tiene mayor relevancia internamente, a juzgar por su última minuta del año de política monetaria dada a conocer el jueves y en la que resolvió mantener inalterable su tasa referencial, en 5,75%.
Por otro lado, no podemos atribuir totalmente a la medida de la Fed los últimos repuntes en la cotización del dólar, que cerró la semana última en G. 5.865, teniendo en cuenta que el aumento de tasa se da en un periodo en que, históricamente, hay una alta demanda de la divisa norteamericana por parte de importadores que deben stoquearse con productos estacionales. Solo en la última semana, el BCP vendió US$ 46.900.000, además de las ventas compensatorias, correspondientes a cuentas del Ministerio de Hacienda en la autoridad monetaria. En lo que va de año, la entidad monetaria ya inyectó alrededor de US$ 1.400 millones en el circuito financiero.
“Cepo cambiario”
Por otro lado, la liberación del mercado cambiario o eliminación del “cepo cambiario” en Argentina puede significar una brisa suave en el relacionamiento comercial con nuestro país. Ante consultas realizadas a referentes del sector privado, hay una percepción de que desalentará el contrabando porque nuestros comerciantes ya no tendrán las ventajas que antes tenían con un dólar diferenciado. Podrían también incrementarse nuestras exportaciones al vecino país, porque la señal que emite la eliminación del “cepo” es que existen los fondos y las reservas en el Banco Central del vecino país, lo cual asegura que pagarán por nuestros productos a la hora de exportarles.
Finalmente, debemos estar atentos al desarrollo de los acontecimientos en Brasil, donde las calificadoras internacionales comenzaron a rebajar notas despojándolo al gigante sudamericano del estatus de buen pagador.
broa@abc.com.py