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El domingo se fumigó sobre una propiedad de 450 ha, a unos 15 km al suroeste de Loma Plata, pero después no se pudo proseguir por la inclemencia del tiempo. Según técnicos del Senave, la primera aplicación aérea fue exitosa y eliminó gran parte de la nube de insectos en ese lugar, pero hay más enjambres en varias zonas de Loma Plata.
Cuando llueve, las langostas quedan en reposo, no proliferan, explicó Carlos Argüello, jefe de la oficina del Senave en el Chaco. Según el pronóstico meteorológico, el tiempo mejorará partir del viernes, lo que permitiría reanudar los vuelos.
Las aplicaciones aéreas se hacen con Cipermetrina, un insecticida piretroide de amplio espectro y Clorpirifos, un insecticida organofosforado cristalino, usados para el control de plagas en cultivos como alfalfa, algodón, sorgo, soja o cereales. El objetivo de este trabajo es eliminar las langostas que llegaron hace dos semanas del Alto Chaco al Chaco Central, y prevenir mayores daños en pasturas, cultivos y árboles, además de interrumpir el ciclo biológico de los insectos.