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Este tramo, con una extensión de 27 kilómetros, fue inaugurado con bombos y platillos por el expresidente Federico Franco el 31 de agosto de 2012. Demandó una inversión de G. 72.648.934.862, financiado con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En General Artigas culpan a la empresa constructora del pésimo estado de un sector de la ruta. “El peor ramal es el que entra en Potrerito-Aviación hasta General Artigas, que no tuvo compactación; apenas realizaron un tratamiento bituminoso superficial y fue hecho por la empresa EDB Construcciones, perteneciente a Enrique Díaz Benza”, aclaró el director de Obras de la Municipalidad de Artigas, Ing. René Miglio.
El otro tramo, que se encuentra en mejores condiciones y que llega hasta Coronel Bogado, fue construido por la empresa CDD Construcciones SA, de César Daniel Delgado. La duración depende de la buena ejecución de la obra, afirmó convencido Miglio.
Cuando se inicia el trayecto desde Potrerito-Aviación, rumbo a Artigas, el encuentro con los primeros cráteres en el asfalto es inevitable. Ubicados a izquierda y derecha, los baches representan un desafío para conductores de camiones, vehículos livianos y motos.
Desde la Municipalidad de General Artigas, entretanto, ante el reclamo de los vecinos y de quienes circulan por la zona, explicaron que ellos no pueden intervenir en la ruta ni con –al menos– una reparación provisoria, porque no cuentan con el equipo de bacheo y no tienen jurisdicción.
Los mayores peligros se generan para los automovilistas que transitan en horarios nocturnos o con lluvia. Por las noches, simplemente no se distinguen los agujeros en la carpeta de rodadura de la ruta.
En caso de lluvias, el peligro se redobla, ya que los hundimientos y “cráteres” en el asfalto forman lagunas y provocan deslizamiento y despistes de los vehículos.
La Ruta VIII, en su recorrido por el sector oeste del departamento de Itapúa, abarca la localidad de José Leandro Oviedo, al sur del río Tebicuary.