La ruta Transchaco ¿para dónde? Inicialmente, el trazado de la ruta Transchaco tenía como destino unir Asunción con el fortín militar instalado en Eugenio A. Garay, en la frontera con Bolivia. Es el camino más recto para llegar hasta el vecino país.

Nuestros vecinos, por su parte, también llegaron por un camino de tierra hasta la línea fronteriza. El proyecto, sin embargo, no resultó fácil de implementar. Por cuestiones políticas, Paraguay no impulsó el asfaltado.

No hay que olvidar que el dictador Alfredo Stroessner mantenía vivo el temor de que Bolivia quisiera recuperar territorios perdidos en la Guerra del Chaco, de allí que consideraba prudente limitar a Mcal. Estigarribia la llegada del asfaltado.

El camino de tierra llegaba hasta el fortín Garay, atravesando una de las ecorregiones más frágiles del Chaco paraguayo: los médanos. Estas formaciones arenosas se disuelven con extrema facilidad, formando inmensos talcales en donde el tránsito es constante. Hasta hoy el viaje a Garay es una verdadera odisea.

El comercio entre pueblos vecinos es imposible evitar. Aunque el dictador Stroessner era reacio a un relacionamiento estrecho con Bolivia, el comercio que inicialmente se limitaba a la frontera pronto fue creciendo, llegando a incorporar inclusive a la pujante ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

El camino por Eugenio A. Garay no era fácil. Los talcales se extendían por kilómetros y los vehículos apenas podían moverse en medio del arenal. Así y todo, los comerciantes iban y venían de un lado a otro de la frontera.

Las dificultades movieron a buscar opciones. Así surgió el camino a Infante Rivarola, donde los comerciantes seguían el paso a traficantes de autos robados. A través de la Picada 108 se podía llegar con mayor facilidad hasta Bolivia, pero pronto se tuvo el mismo problema que el camino a Garay, por la formación de arenales.

Menonitas fueron los primeros en rehabilitar la Picada 500, motivados por introducir sus productos al mercado boliviano. Este camino es una antigua vía utilizada en las prospecciones petroleras y lleva hasta las inmediaciones de Pozo Hondo.

Así fue como surgió cruce Don Silvio, cuyo nombre se debe a un antiguo retiro de estancia que estaba a cargo de un hombre llamado Silvio. La referencia para conocer el desvío a Pozo Hondo era llegar hasta la vivienda de don Silvio. En forma casual, el nombre de una persona cuyo apellido se desconoce terminó formando parte de la toponimia chaqueña.

En la actualidad no se concibe viajar por tierra a Bolivia si no es por la Picada 500. Al llegar a cruce Don Silvio un camino de 50 kilómetros de longitud se extiende hasta el fortín Infante Rivarola, donde se cruza a Bolivia.

Argentina y Bolivia, por su lado, extendieron sus respectivos caminos tomando a la Picada 500 como referencia de interconexión vial para la región. Los bolivianos, partiendo de Villa Montes construyeron un camino enripiado que llega hasta la misma línea fronteriza.

Los argentinos, mientras tanto, están consolidando su presencia en Misión La Paz, a través de un camino que une Tartagal con este poblado indígena. La provincia de Salta pretende sumar la región al comercio con Brasil y para ello apuesta al puente sobre el río Pilcomayo, que fue construido con aportes económicos de la provincia.

Volvemos a la pregunta inicial: la ruta Transchaco ¿para dónde? La respuesta obvia para empresarios y comerciantes de la región es la Picada 500. Es el tramo más corto para alcanzar Mcal. Estigarribia; a través de cruce Don Silvio se accede tanto a Argentina como a Bolivia y es el camino más corto entre Chile y Brasil.

La Picada 500 tiene todos los factores en su favor, pero el Paraguay tomó la decisión de llevar el asfaltado por el camino más largo, siguiendo el trazado Mcal. Estigarribia - La Patria - Infante Rivarola. A mayor extensión, también mayor costo para asfaltar el camino.


PRÓXIMA NOTA: Intereses nacionales en manos de constructores viales

Roque González Vera
Enrique Dávalos