Desde un silo de granos y el estacionamiento de un servicentro, ubicados en pleno microcentro de la ciudad, los contrabandistas operan libremente enviando todo tipo de productos al Brasil e introduciendo otros tantos como la cal agrícola, calcáreos y otros productos a través de la frontera seca, igualmente sin ningún control.

Desde el lugar operan, los que se dedican a los rubros de electrónicos, cigarrillos, informática, defensivos agrícolas y cubiertas. Los camiones que transportan estos productos desde Ciudad del Este y Asunción llegan hasta los referidos locales donde transbordan la mercancía en vehículos brasileños para seguir viaje rumbo al Brasil.

Además, una flota de pequeños camiones, tipo furgón, traslada parte de las mercancías a los expendedores minoristas de Salto del Guairá, que igualmente revenden a brasileños.

Los camiones que transportan el contrabando a gran escala utilizan una ruta terraplenada que conduce a la Colonia Guavirá, distante a 38 kilómetros de La Paloma. Pero unos 20 kilómetros antes de llegar a la frontera, a la altura de la subcomisaría 7ª de la colonia Yvu Porã, desvían su trayectoria hacia el oeste y se internan en un camino vecinal que cruza por el interior de varias estancias, para salir finalmente en el lugar conocido como Paineirinha, a la altura del hito demarcatorio de la frontera Paraguay-Brasil Nº IV 334. Desde allí, siempre utilizando caminos secundarios, llegan hasta la ciudad de El Dorado, Mato Grosso do Sul, a unos 60 kilómetros de la frontera, desde donde se distribuye las mercaderías de contrabando a diferentes puntos del extenso territorio brasileño.

Según una investigación periodística realizada en la zona, son varios los operadores del contrabando que utilizan la nueva ruta, que si bien no es nueva, ahora se convierte en la vía más importante tras el cierre de la colonia Canindeyú de Salto del Guairá, como consecuencia de la constante denuncia periodística.

Según los datos recabados, uno de los principales operadores del contrabando por el lugar sería el brasileño Roque da Silveira, en contubernio con otros contrabandistas de la zona. El negocio es movido a través de su lugarteniente, quien sería Euclides Nilson Citon, alias "Macarrão".

Roque da Silveira es oriundo de la localidad de Guaíra, Brasil, donde sus padres son conocidos políticos. Su padre, Osvaldinho da Silveira, ya fue prefeito (intendente) de la ciudad y actualmente es presidente de la Junta Municipal. Su madre, Ada da Silveira, fue viceprefeita de la misma ciudad hasta el año pasado.

Roque, por su parte, es un hacendado de esta zona y está ligado desde hace varios años con el contrabando de cigarrillos falsificados y otros productos en todo el mundo, e incluso estuvo preso en los Estados Unidos en abril de este año, de donde habría salida tras el pago de una fianza de medio millón de dólares.

Es propietario de la Tabacalera Central de San Lorenzo, que actualmente no está operando. Las máquinas de dicha fábrica fueron trasladadas hasta esta ciudad, a un depósito perteneciente al seccionalero Marciano Godoy, otro sindicado como fuerte operador del contrabando, donde harían funcionar nuevamente la tabacalera, ya bajo otra denominación. Sin embargo, el local del republicano Godoy fue intervenido por la fiscalía y la Aduana el mes pasado, por lo que su funcionamiento se ha postergado.

La nueva ruta del contrabando: La Paloma - Yvu Porã (Paraguay) - Paineirinha (Brasil) es un atajo que se viene utilizando en la actividad ilícita desde hace varios años, con total impunidad. En efecto, ya era utilizada por las cuadrillas de asaltantes de estancias que comandaban "los Villalba" de La Paloma, hace una década, y últimamente era empleada para el envío de productos electrónicos, insecticidas, cubiertas y otros productos de contrabando al Brasil.



PROXIMA ENTREGA: Contrabando cuenta con la complicidad de autoridades paraguayas y brasileñas.