La maquinización del Yguazú y el proyecto no rentable de la ANDE

Existieron dos posibles proyectos para construir una central hidroeléctrica en Yguazú. El “oficial”, de alta complejidad constructiva y que propuso la con- sultora japonesa Nippon Koei Lac Co. Ltd., y uno de consultores paraguayos, mucho más económico, pero que no fue tenido en cuenta por la ANDE.

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El tema de la represa Yguazú y la posibilidad de su maquinización salió de nuevo al tapete la semana pasada, cuando fuentes de la ANDE anunciaron que contratarían una consultoría para estudiar si ese es el proyecto más conveniente o si sería mejor optar por agregar más turbinas a la central nacional de Acaray.

Para las obras de maquinado del Yguazú, resistido desde algunos sectores, la estatal disponía de un crédito de US$ 200 millones otorgado por el Japan Bank Internacional Corporation (JBIC). ANDE aportaría US$ 40 millones como contrapartida, y dispondría así de US$ 240 millones para financiar los trabajos, que fueron divididos en 4 etapas a ser licitadas a través de 2 licitaciones nacionales y 2 internacionales.

Sin embargo, los precios ofertados en dos licitaciones internacionales demostraron que el “anteproyecto” propuesto por la consultora nipona no era viable, por lo que en casi 7 años solo se pudo concluir la primera etapa: “Accesos y obrador” Lote 1, que fuera adjudicada a la empresa TR Edivisa por US$ 3,6 millones.

En la práctica existió la posibilidad de implementar dos proyectos para la construcción de la Central Hidroeléctrica del Yguazú. El “oficial”, de alta complejidad constructiva, propuesta por la consultora japonesa Nippon Koei Lac Co. Ltd., y la propuesta de consultores paraguayos presididos por el Ing. Roberto Vera Vierci, más sencilla, que no fue tenida en cuenta por ANDE.

Empresas entrevistadas por ABC Color coincidieron en afirmar que los trabajos propuestos por los nipones peligrarían la estabilidad del embalse, y habría sido la causa de los altos precios ofertados en las tres licitaciones realizadas por la ANDE en el plazo de cuatro años.

En cambio, el proyecto alternativo de los consultores paraguayos eliminaba los riesgos que conllevaba el proyecto japonés; al incorporar un sistema de entubamiento (penstok) para dirigir las aguas a la sala de máquinas, no sería necesario construir un canal para desviar el río Yguazú, se ahorraría el costo de un importante volumen de roca y el peligro que representaba la excavación con explosivos adyacente al muro de tierra.

Costo del proyecto alternativo

ABC Color pudo acceder a una copia del proyecto alternativo de los consultores paraguayos que fuera remitido a la Presidencia de la República y a la ANDE a principio de 2013. La presentación constaba de 4 etapas y detallaba para cada una la participación y el costo que correspondería al jefe de proyecto, ingenieros senior, superintendente de campo, ingenieros de campo, jefe de diseños, dibujantes, capataces de campo, secretaría general, jefe administrativo, auxiliar contable, depositero, seguridad de campo, serenos, choferes, relacionistas.

Acompañaban a las documentaciones las planillas de costos, análisis de precios, cronograma de trabajo y curvas de inversiones, y al aplicar los precios de licitación, a los efectos de comparar las planillas de costos del proyecto “oficial” con el proyecto alternativo, las diferencias resultantes eran exorbitantes.

En efecto para la etapa preliminar, “Trabajos de campo y recolección de datos”, su duración sería 3 meses y su costo US$ 374.049.

2º etapa para desarrollo del proyecto, “Desarrollo y consolidación de documentación”, duración 4 meses, costo US$ 972.956.

3ª etapa: acompañamiento durante la licitación, “Respuestas y aclaraciones”, duración 3 meses, costo US$ 456.522.

4º etapa: acompañamiento durante la construcción, “Asesoramiento y fiscalización”, duración 24 meses, costo US$ 1.766.088.

Total de servicios profesionales del proyecto: US$ 3.578.615. A este valor se suman US$ 357.861 (10% impuestos) y US$ 80.518 para gastos iniciales, lo que hace un total de US$ 4.455.373. Luego consideraba US$ 4.455.373 por gastos no personales, y el total del proyecto ascendía a US$ 8.472.366.

En cambio, la consultora nipona presentó un “anteproyecto” no definido por el que cotizó US$ 25.000.000 y ya habría cobrado US$ 11.000.000, sumado que las ofertas de tres licitaciones demostraron que, salvo que ocurriera un milagro, todas las convocatorias debían declararse desiertas, y a medida que se postergaban las obras, el costo seguiría trepando (como reza un conocido axioma “obra que se demora en el tiempo es obra que se encarece”), además continuarían esfumándose los dólares del préstamo y, cumplido el periodo de gracia, debía comenzar a honrarse la deuda por obras que estaban lejos de iniciarse.

Al respecto vale aclarar que este tipo de crédito, como el otorgado por el Japan Bank Internacional Corporation (JBIC), no permite ser redireccionado para construir obras que no sean para la que específicamente fue otorgado, como sería por ejemplo destinar a la ampliación de redes de distribución.

Los resultados que se esperaban

Según el Ing. Roberto Vera Vierci, comparado el proyecto de la Nippon Koei con el proyecto alternativo, el costo de producción del kW para una obra de US$ 450 millones, amortización 30 años, interés 2% (préstamo japonés), estaría en el orden del US$ 120 MW. Con el proyecto alternativo este costo sería del orden de US$ 85 MW.

El costo de Itaipú en barras (según ANDE) es US$ 50 MW, pero considerando que el costo medio de energía de punta en Brasil es US$ 140 MW y en Argentina US$ 150 MW, significa que se pierden por el vertedero de Yguazú US$ 30 millones al año, considerando el precio de la energía punta en el mercado brasilero y/o argentino.

ccaceres@abc.com.py

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