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El horno de clínker de la Industria Nacional del Cemento (INC) estuvo paralizado desde el 4 del mes en curso, según informaron ayer técnicos de la planta. El presidente de la empresa, Jorge Méndez, confirmó el dato pero echó la culpa a la ANDE, ya que tras un corte de energía eléctrica registrado a fin del mes pasado, tanto el molino de cemento como el horno se vieron afectados, según dijo.
Antes de eso se venía produciendo “normalmente”, aseguró, tras el cambio del tipo de combustión en el horno de clínker de la planta de Vallemí (Concepción), que pasó de usar fueloil a coque. Para esta y otras inversiones planteadas en la actual administración (2013 a la fecha), le habían otorgado a la INC US$ 67 millones provenientes de la colocación de bonos soberanos, pero no conformes con ese monto, a fines del año pasado le aprobaron otros US$ 13 millones para seguir con los mismos proyectos.
Estos US$ 80 millones no hicieron más eficiente a la estatal, que además sigue siendo beneficiada con medidas proteccionistas. A la cementera privada Yguazú le prohíben la importación de clínker basándose en la Ley 3103/2006, mientras que a la INC se lo permiten, a partir de una “interpretación” de la Procuraduría sobre esa misma ley. La empresa pública registra constantes paros de horno pero puede producir cemento a partir del clínker importado, que compra en grandes volúmenes, lo que no puede hacer su única competidora, lo cual representa según los gremios de la construcción una competencia desleal.
La estatal también se enfrenta ahora a un problema con los funcionarios contratados de Vallemí, que decidieron dejar de trabajar horas extras y en horario nocturno desde mañana, pues no les pagan lo que corresponde por esos conceptos. Así lo informó ayer uno de los voceros, Daniel Ocampos.