La gente pagará sobreprecio de US$ 20,6 millones/año en gasoil común

El sobrecosto, que terminará pagando la ciudadanía en el gasoil común “gracias” al decreto monopólico que firmó Horacio Cartes para salvar el festín en Petropar, ascenderá a unos US$ 20.640.000 al año, mientras que en la nafta económica el pueblo pagará un sobreprecio de casi US$ 16 millones al año. Al eliminar el 50% de la competencia en el sector combustible, el más perjudicado es el consumidor final, ya que el decreto que favorece a Petropar prohíbe vender más barato en ambos combustibles, en detrimento de la gente.

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Los emblemas privados venían ofreciendo al consumidor paraguayo un gasoil de mejor calidad de solo 500 partículas por millón de azufre ppm (tipo II) al mismo precio que el gasoil común más contaminante de Petropar (tipo III) de 1300 ppm, y cuyo precio está regulado por el cuestionado Decreto 2999/15, en G. 4.690 por litro (Art. 8º).

Atendiendo que “por decreto” Petropar está comercializando al 50% del mercado la peor calidad del combustible diésel, el ente estatal podría conseguir mejores costos en el mercado internacional de al menos G. 200 por litro, por debajo de la tarifa fijada por decreto. Considerando un volumen de ventas al que accedió Petropar mediante el referido decreto, que asciende a 43.000.000 de litros, el público pagará un sobreprecio de unos US$ 20.640.000 al año. Mientras que en la nafta económica, que es el otro combustible que concentrará Petropar a su favor, el sobreprecio que pagará el consumidor es de casi US$ 16 millones al año. Esto último en razón de que los privados consiguen en G. 300 por litro más barato que Petropar, a solo G. 4.290 por litro, mientras que el Gobierno por decreto fijó un precio de G. 4.590 por litro (Art. 9º).

No se puede vender más barato

El decreto que elimina la competencia en el 50% del mercado, de la mano de la norma atacada de inconstitucional por la petrolera brasileña Petrobras, prohíbe a la ciudadanía recibir combustibles a menores precios y de mejor calidad que los establecidos en el referido Decreto (Nº 2999 y Nº 3324/15.

El problema de fondo en este tema es la ineficiente y prebendaria operación de Petropar, a la que este gobierno quiere sostener a costa del consumidor paraguayo. Cuando Petropar y el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) establecen precios arbitrarios por decreto, con tarifas ficticias que no tienen relación con el mercado y que pueden llegar a ser menores para la gente, están metiendo la mano en el bolsillo de la gente, y no como sostienen desde el Gobierno que “la medida es para beneficiar a los sectores de menores recursos en los dos combustibles más usados”.

Por citar otro ejemplo, solo en tres meses (de marzo a mayo), en que el consumidor viene pagando G. 4.690 por litro en el gasoil común, abonó un estimado de US$ 5,2 millones de sobrecosto y todo para solventar la ineficiente máquina estatal.

Petropar posee una pesada carga que solventamos todos los paraguayos con este tipo de medidas. Tiene 843 funcionarios, de los cuales 624 son permanentes y 219 contratados, y con salarios de primer mundo.

PROHÍBE VENDER MÁS BARATO

Ni en la nafta económica ni en el gasoil común el público podrá acceder a menores precios que los establecidos en los decretos monopólicos que conceden amplios beneficios a Petropar, por encima del interés general de la gente, a quien contrariamente obligan a pagar más. Mientras en la nafta común los sellos privados consiguen G. 300 por litro más barato, imponen al público a recibir una gasolina más cara, mientras que en el gasoil común Petropar debería vender en G. 200 por litro por debajo del fijado en el decreto, atendiendo a que los emblemas podían conseguir un diésel de mayor calidad de solo 500 ppm al mismo precio que el gasoil común de Petropar con 1300 ppm.

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