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A mediados del año pasado, cuando comenzó la revisión del Anexo C del Tratado de Yacyretá, el director argentino Óscar Thomas escribía en las redes sociales que la entidad binacional “tiene importes por cobrar por diferencia de tarifa de la energía vendida a la ANDE y a Ebisa, que está dentro de las negociaciones”.
Según los montos que dio a conocer Thomas, Ebisa paga por la energía de la central una tarifa promedio de 37 US$/MWh, mientras que a nuestro país le facturan a 41,89 US$/MWh. Esta tarifa de la EBY se basa en la rechazada Nota Reversal de 1992, que fijaba en US$ 30/MWh, más actualizaciones, el precio de la energía.
Si se consideran los montos que aparecen en los registros contables de la EBY, a los que se pudo acceder parcialmente, se concluirá que la facturación total a Ebisa desde 1994 a 2014 fue de unos US$ 9.547 millones, de los que la empresa estatal argentina habría abonado solo unos US$ 1.413 millones; distribuidos en dos cuentas: una por suministro de energía eléctrica; otra por prestación de servicios complementarios, ambos del Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Haciendo la resta correspondiente, inferimos que Ebisa debe a la EBY US$ 8.134 millones, aproximadamente, sin considerar aún el periodo 2015 que está a punto de fenecer. Cabe recordar que, según los cálculos, Ebisa de Argentina consumió cerca del 95% de toda la energía producida hasta la fecha por Yacyretá.
Paga con papeles
Un dato no menor es el hecho que en los balances presentados por la binacional al Congreso constan pagos a cuenta de la deuda por venta de energía, que fueron realizados con Notas de Crédito, que a su vez serían utilizadas para cancelar la deuda de la EBY con el Gobierno argentino.
Esta modalidad de pago, con papeles, no está previsto en el Tratado de Yacyretá, en su Anexo C, ni siquiera en la rechazada Nota Reversal de 1992. La irregularidad, que nunca fue corregida por las autoridades de turno de la EBY, continúa hasta la fecha al no registrarse una aceptación oficial de la Altas Partes contratantes para la utilización de esta deuda como Notas de Créditos.
En otro orden, ayer se confirmó que el nuevo director argentino de la EBY es el abogado, empresario y político Humberto Schiavoni.
“Hay que empezar de nuevo”
“Hay que empezar de nuevo” en el marco de la renegociación del Anexo C del Tratado de Yacyretá, admitió ayer el ministro de Relaciones Exteriores de nuestro país, Eladio Loizaga.
Añadió que ya conversó con su futura colega argentina, Susana Malcorra, y que acordaron mantener una reunión antes de la cumbre del Mercosur para tratar los temas bilaterales pendientes, entre ellos la revisión del Anexo C del Tratado de Yacyretá, que quedó pendiente.
Loizaga agregó que “se avanzó” bastante en la revisión de las cuentas, que tienen montos que deberán ser cotejados con la nueva administración. Dijo que la tarea no será fácil.