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Recuerda que Itaipú es un emprendimiento compartido entre los dos países y que es la responsable de las operaciones de una de las mayores hidroeléctricas del mundo.
Las oficinas brasileñas de la binacional publicaban el miércoles que la hidroeléctrica, entre el 5 de mayo de 1984 y el miércoles último, registraba una producción acumulada de 2.600 millones de MWh, suficiente para cubrir la demanda de Brasil por cinco años y medio; y de Paraguay, por 167 años, destacaban.
Folha agregaba que “la presión política por parte de autoridades locales para que Itaipú asuma (el costo) de las obras es grande” y que inclusive “ya hay decretos que autorizan las obras”. Imputaba la versión “a personas que acompañan la negociación”.
Sin embargo, no aclara si las “autoridades locales” responsables de la “presión política” sobre la binacional son de Mato Grosso do Sul, del Gobierno brasileño o paraguayo.
Agrega Taís Hirata que en el sector de la energía (del Brasil) los proyectos en cuestión “están generando polémica” y apunta que la usina es sostenida “por la llamada tarifa/costo, o sea, todos sus gastos se repasan a la tarifa de energía”.
Por ese motivo, agrega que “hay temor” de que los dos puentes aumenten la cuenta de luz y, añade, “se cuestiona principalmente el hecho de que uno de los puentes esté a 800 km de la usina” El otro, sin bien no menciona, es la que unirá Presidente Franco con Foz de Yguazú.
Las obras, presupuestadas en US$ 170 millones, serán pagadas a lo largo de cuatro años, hasta 2022, según informa la empresa.
Tampoco se aclara si la binacional prestará los recursos que necesita para solventar estos puentes. Si esa fuese la fórmula, los US$ 170 millones sumarán al saldo de la deuda de Itaipú.