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De acuerdo con los antecedentes, el propósito de la Licitación Internacional N° 1403/18, cuyas ofertas fueron recibidas el 27 de julio del presente año, era la construcción de una subestación blindada, considerada “totalmente innecesaria” en un sitio donde la ANDE tiene mucho espacio; es decir, en un predio de unas 40 hectáreas, en el distrito de San Lorenzo.
Según fuentes técnicas, este tipo de subestación cuesta más del doble que una convencional, y que se usa solamente en ciudades muy pobladas, como Tokio, Nueva York, o en los grandes centros comerciales que cuentan con espacios físicos reducidos.
A pesar de esos argumentos, la administración anterior, a cargo del Ing. Víctor Romero, iba a comprar esta tecnología para instalarla en un inmueble exageradamente grande.
Nuestras fuentes informaron que la decisión tomada por la actual administración del ente estatal, a cargo del Ing. Pedro Ferreira, constituye un “gran acierto”, dado que evita un gasto innecesario para el país.
Antecedentes
En agosto del presente ejercicio, nuestro diario publicaba que la ANDE había concluido la evaluación de las ofertas presentadas para la construcción de la subestación blindada en San Lorenzo y que solo esperaban la firma del presidente Víctor Romero. En ese momento, la firma Rieder aparecía como la “favorita”, para quedarse con la adjudicación.
Según fuentes de la ANDE había solo dos ofertas que calificaban, la de Rieder (de US$ 22,8 millones en total), representada por Francisco Rieder Celler, y la de Elohim (US$ 20,1 millones), representada por Gabriel Lamas. Sin embargo, atendiendo a que la empresa Rieder fue “muy privilegiada” por la administración de referencia, se sospechaba que también le adjudicarán este contrato.
Problemas
Según los datos, la subestación en cuestión iba a ser levantada en el mismo predio en el que hace tres años se incendiaron centenares de transformadores obsoletos. Además, si la licitación vuelve a declararse desierta, también será un problema para la ANDE, según técnicos del sector, porque que no podrá enfrentar este verano.
Se cuestiona igualmente de que no se adjudicara en anteriores ocasiones, supuestamente a raíz de que se quería otorgar la licitación a la firma “favorita”.
Protesta
La licitación de la polémica subestación tampoco estuvo exenta de protestas ante la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP). Un oferente anónimo presentó una protesta en esa entidad de control, en la que cuestionaba el llamado para la subestación blindada de San Lorenzo y las curiosas modificaciones que sufrió el pliego, sin tiempo para adecuarse a ellas.