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En lo que va del año, Eleazar Ortega (30) ya recibió más de seis propuestas laborales para mudarse de compañía. En su infancia compraba de vez en cuando su propia cajita feliz, hasta que años después pasó a ser parte de la multinacional.
Así, el compatriota nos relata cómo llegó a liderar la gerencia de marketing de McDonald’s en Paraguay, donde se encuentra hace más de un año, destacándose internacionalmente por su gestión y por ser el más joven en el cargo para la marca en Latinoamérica.
Al culminar la secundaria, según comenta, Eleazar optó por seguir la carrera de Química, pero al poco tiempo se percató de que no era lo suyo. Viendo alternativas de estudio decidió seguir Hotelería y Turismo en Buenos Aires, que al final también dejó. Volvió a Paraguay para conseguir trabajo, logrando a sus 22 años ingresar en el área de asesoría en ventas en el centro de atención de Sony en nuestro país.
Durante un año en esa empresa, alcanzó a desempeñarse en distintas dependencias, recibiendo paralelamente capacitaciones dentro y fuera del país. Fue entonces que empezó a tomar apego a todo lo relacionado a la mercadotecnia, experiencia que le impulsó a cursar la carrera de marketing en una universidad local.
Ya cuando cumplió tres años en Sony, fue trasladado al sector de marketing, confirmando una vez más su verdadera pasión. “Estuve como asistente en esa sección y luego pasé como encargado hasta que Sony cerró sus oficinas en Paraguay”, rememora. Tras este trayecto, consiguió trabajar en otras firmas de consumo masivo hasta que a comienzos del 2015 fue elegido –de siete candidatos– a ser parte de la franquicia de McDonald’s-Paraguay, específicamente como gerente de marketing y teniendo como principal misión la de mantener la imagen de la marca a la altura de los demás mercados foráneos.
Señala que la responsabilidad que tiene a cargo se torna desafiante diariamente, pero el trabajo en equipo y su dedicación hacen posibles que la marca responda de la mejor manera a sus clientes.
“En un mercado tan cambiante, más en nuestro rubro, el reto es estar siempre a la vanguardia, innovando y sin bajar los estándares del producto que ofrecemos”, puntualiza.
Para Eleazar, se registra una fuerte demanda por gente joven, fresca, con la mente abierta y que se arriesgue a tomar desafíos, pero alega que existen falencias a superar en términos de formación y orientación.
Sostiene que se disponen actualmente de más posibilidades de estudio para crecer profesionalmente, pero la falta de objetivos claros y la mentalidad conformista están frenando esas oportunidades. “Hay gente que odia su trabajo y evita comenzar otra etapa. Los jóvenes tienen ese miedo a empezar todo de nuevo y eso debe dejarse de lado”, agrega.