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Francisco Solano Pérez y Gustavo Kirmser, dos de los jefes que encubrieron a la amiga “aduanera”, Leonor Vysokolan, quien usurpaba funciones en zona primaria, también tuvieron su fórmula mágica para construir cotizadas residencias valuadas entre G. 1.000 millones y G. 1.700 millones.
Pérez se inició como chofer en el Ministerio de Hacienda, luego pasó a Aduanas. En el 2004 su salario llegaba a G. 1 millón; en el 2012 era oficial de guarda y pasó a ganar G. 3,9 millones; con el Nuevo Rumbo se convirtió en jefe de Resguardo y pasó a ganar G. 5,5 millones en el 2013, llegando a un sueldo de G. G. 9,3 millones, hoy. Con este registro salarial, construyó una gigantesca residencia en la ciudad de Luque, que de fondo abarca toda la cuadra, vallada con una imponente muralla. La casa está valuada en unos US$ 200.000 (más de G. 1.000 millones), según tasadores.
En su residencia también se pudieron ver lujosos vehículos; su esposa Cynthia Raquel García estrenó un automóvil Mercedes-Benz el año pasado.
“Construí esa casa en 15 a 20 años; no fue de la noche a la mañana. Tengo muchos préstamos en la Asociación de Aduanas”, explicó Pérez. Dijo que no tiene vehículos a su nombre, y sobre el vehículo que tiene su esposa respondió: “puede ser”.
Kirmser fue vista hasta setiembre del 2013. Con el Gobierno del “Nuevo rumbo” ascendió como subadministrador. Su salario era de G. 2,9 millones en el 2012; en el 2013 subió a G. 5,5 millones, hasta ganar hoy G. 13,5 millones.
Todos sus ingresos de los últimos 5 años suman G. 697 millones, pero ostenta una residencia en el barrio Mburucuyá, de aproximadamente US$ 300.000 o G. 1.700 millones. Kirmser se maneja en vehículos de alta gama. En su cochera se ve una camioneta Mercedez-Benz del año 2008 que adquirió en el 2015 y estaba valorada en US$ 38.000 en esa época.
Kirmser explica su caso y señala: “Si en algún momento se investiga, yo voy a presentarme ante los órganos jurisdiccionales a demostrar los documentos”.
Pérez y Kirmser fueron del grupo de jefes que encubrieron la estadía de la amiga “aduanera” en zona primaria y cuando se evidenció un caso de coima por parte de la víctima, el señor Líder Valenzuela. El área de desembarque donde estuvo irregularmente Leonor estaba a cargo de Pérez, pero este culpó al subjefe Ricardo Martínez, quien “tenía que informar” que la mujer estaba en el lugar.
rossana.escobar@abc.com.py