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El estudio fue presentado en la UGP por los especialistas en materia tributaria Carlos Zapata y Mario Cáceres. El tema tiene relación con el proyecto de ley en estudio en el Congreso, que plantea un nuevo sistema de cobro de tributo a los productores agropecuarios, que de llamarse Imagro pasará a denominarse Iragro.
Destacaron que el impuesto que se plantea tiene un aspecto más recaudativo antes que finalista, como el régimen que rige en la actualidad. El Iragro se asimila al impuesto a la renta sobre las actividades comerciales, industriales y de servicios y mantiene la tasa general del 10%, igual a la de los demás tributos.
Actualmente, la Administración Tributaria tiene en sus registros a un total de casi 70.000 inscriptos, pero se cree que gracias al nuevo régimen el Fisco puede sumar otros 80.000 que no aportan en la actualidad, con lo cual se cumple con el objetivo de ampliar la base de contribuyentes.
Recordaron que el año pasado el impuesto agropecuario aportó al Estado apenas unos 15 millones de dólares, sin embargo, con la reforma se podrían obtener aproximadamente unos 250 millones de la misma moneda. Los detalles por sectores aparecen en el cuadro que acompaña el material.
En cuanto al sistema de contribución, el régimen actual permite que aproximadamente unos 15.000 productores liquiden su impuesto agropecuario tributando un 10% sobre las ganancias de manera similar al Iracis y se les permitía utilizar el IVA para abonar el impuesto. Por otra parte, existen casi 55.000 contribuyentes del Imagro que tributan 2,5% sobre una base presunta, con derecho a deducir el IVA.
La suma de estos productores, más los 80.000 que serán adicionados con la reforma, unificará el régimen abonando un 10% sobre las ganancias. El Iragro alcanzará a todo productor que venta en un año por más de G. 60 millones (equivalente 36 salarios mínimos en el ejercicio).
El aspecto fundamental es que el régimen vigente tiene en cuenta la superficie que poseen los contribuyentes, sin embargo, con el sistema renovado se tomará en consideración el monto de los ingresos, siempre que superen la cifra citada anteriormente.
En la oportunidad dieron ejemplo de actividades productivas que se desarrollan en tierras menores a 20 hectáreas, que actualmente no tributan el Imagro, que conforme al ingreso que obtienen (si superan la base) se convertirán en aportantes del Iragro.
Un aspecto resaltado en la ocasión fue que con el nuevo tributo, los afectados se verán obligados a exigir facturas por sus compras para definir su ganancia sobre la cual tributarán el Iragro (si no piden facturas, pagarán más impuesto), con lo cual se elevará la recaudación de otros tributos, ejerciendo al mismo tiempo un efecto contralor sobre los proveedores de los productores.