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CIUDAD DEL ESTE (De nuestra redacción regional). Las 711 cajas incautadas en los cuatro puertos clandestinos del barrio San Miguel, que fueron trasladadas a la Aduana de Asunción para determinar si hubo contrabando o al menos un intento, continúan en proceso de verificación y los contrabandistas exigen la devolución.
Entretanto, los atracaderos clandestinos que funcionan en la ribera del río Paraná siguen siendo la principal “ruta” del contrabando por vía fluvial.
Las autoridades fiscales, militares y policiales, al parecer, están consiguiendo que se deje en el olvido ese megaoperativo, que dejó al descubierto el esquema del contrabando a través del río Paraná, mediante los puertos ilegales.
Los fiscales de Marca y Erario, Marcelo de Zúñiga y Carlos Giménez, estarían esperando el retorno de la mercadería incautada, ya que las cajas repletas de productos electrónicos fueron enviadas a la Aduana capitalina, una suerte de “pasada de pelota” porque aquí no supieron qué hacer ante el caso.
El imprevisto operativo que “destapó la olla” produjo un efecto contrario. En efecto, en vez del procesamiento de los delincuentes, los fiscales de la Unidad Antidrogas Manuel Rojas y Adelaida Vázquez, que encabezaron el operativo, están sufriendo represalias de influyentes políticos liberales de la zona y sus propios jefes de la fiscalía, es decir, de la mano del propio fiscal adjunto Alejo Vera, revelaron fuentes fidedignas.
El operativo, trascendió, arruinó el negocio de varios fiscales, quienes semanalmente estarían percibiendo una suma de dinero para no obstaculizar las actividades de los puertos ilegales.
Hasta ahora, las Fuerzas Militares no se pronunciaron sobre el caso, pese a que la base naval de la Armada hace la vista gorda ante los embarcaderos ilegales que operan en toda la ribera del Paraná, pese a que algunos se localizan a escasos metros del puesto militar.
El procedimiento reveló que prácticamente todas las autoridades de la región están involucradas en hechos ilícitos, como en el caso del contrabando de mercaderías adquiridas en el país con evasión de impuesto, que se concreta con la anuencia incluso de las autoridades encargadas de combatirlo.
NINGÚN IMPUTADO
A más de un mes del megaoperativo con el que “descubrieron” cuatro puertos clandestinos repletos de mercaderías listas para ser llevadas al territorio brasileño, los fiscales de Marca y Erario que estuvieron al frente de las investigaciones aún no han podido imputar a nadie. Ni siquiera determinaron los nombres de los propietarios de las viviendas en las que están ubicados los embarcaderos que sirven para llevar las mercaderías de manera ilegal hasta el vecino país.