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Los impulsores de este proyecto son Guillermo Garay, Jorge Melgarejo y Vicente Romero. Los beneficiarios son indígenas de la comunidad Aché Ko’ê Tuvy, que integran 50 familias y un total de casi 350 personas.
En visita a la redacción de este diario, contaron detalles del proyecto. “La idea era primero concientizar sobre la producción de alimento sano en la comunidad, y segundo, que esa producción genere una dieta equilibrada dentro de la comunidad”, dijo Vicente Romero.
El proyecto se inició con 5 hectáreas, en una hectárea sembraron arvejas y en las cuatro restantes abonos verdes. En el primer ciclo lograron cosechar 1.100 kg de arveja. En un segundo ciclo, en las 5 hectáreas se cultivaron productos de consumo: maní, poroto, mandioca, zapallo, calabazas y maíz. En esta etapa del proyecto lograron 14.000 kg de alimentos.
Los universitarios explicaron que el segundo ciclo fue la diversificación de alimentos. A partir de ahí la comunidad empezó a tomar ritmo, a prestar atención y fueron participando en el trabajo inicialmente tres personas por familia, luego fueron cuatro y después la comunidad entera se acopló al trabajo comunitario.
En el tercer ciclo, que se inicia este mes, el área de cultivo se extenderá a 12 hectáreas y media. Esto debido a que observaron un alto compromiso y entusiasmo de la comunidad. “Nos dimos cuenta que hemos logrado el primer objetivo, que fue de concientizar a la comunidad de producir alimento propio y sano”, manifestó Romero.
En esta etapa tienen proyectado producir 61.000 kg de alimentos. “La idea es que al tercer año se generen excedentes y que puedan vender su producción, ya siendo sostenible en su propia comunidad con alimentos que producen”, indicó.
Resaltó los buenos resultados del plan y sobre todo el compromiso de la comunidad en seguir adelante con la producción. Dijo que en la segunda etapa lograron llegar a 271 días de alimentos, llevando los kilos-calorías que una persona necesita. Este año ya quieren llegar a los 365 días la cantidad de kilos-calorías que necesita cada miembro de la comunidad. Los estudiantes comentaron que en este proyecto tienen un importante apoyo del sector privado que desde hace 15 años colabora con la comunidad indígena.