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Empresas contratadas por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) ya llegaron con sus trabajos de “limpieza” hasta la ex-Caballería, ya que para ser posible la construcción de seis vías de la autopista, se necesita el usufructo de 1.360 m2 de esa propiedad.
Según pudieron captar los reporteros gráficos de nuestro diario, los antiquísimos árboles del lugar fueron rebanados literalmente, tal como ocurrió a los que estaban en la zona de la Conmebol, al lado del ex “linódromo” y otras áreas del proyecto.
Lo preocupante, en ese sentido, es que hasta el momento el MOPC ni las empresas contratistas han aclarado si existe algún plan serio de reforestación para este último caso de talado masivo. Para el caso de los árboles cortados en Madame Lynch, el plan es mínimo.
La respuesta debería ser que sí, pero como se trata de un proyecto confeccionado con demasiadas lagunas e improvisaciones, cabe la posibilidad de que sea lo contrario. Como ejemplo, podemos recordar que para hacerse los planos de la autopista Ñu Guasu y luego al procederse a la licitación, adjudicación y firma de contrato, ni siquiera se había avisado a la ex-Caballería que se utilizaría su predio.
Recién tres semanas después de iniciarse los trabajos en octubre pasado, el MOPC solicitó a las autoridades militares el permiso correspondiente, incluida la ministra de Defensa, María Liz García de Arnold. En el lugar está prevista la construcción de uno de los accesos de la calle Semidei a la autopista, por medio de rulos.
El fin de semana, las constructoras rompieron una de las aductoras principales de Essap, otra prueba de la imprecisión de la obra, y en otras ocasiones ya ocurrió lo mismo. Además, este proyecto llegó a ser modificado “sobre la marcha” en la zona del B° San Benigno de Luque, ya que se prevía expropiar a familias que ni siquiera fueron informadas del tema, pero por un problema de coalición de leyes, cambiaron el plan.
El tramo uno de la autopista fue adjudicado a Tecnoedíl-Heisecke-Ocho A por G. 112.799 millones; y el dos a CIV SA y M&T, por G. 85.239 millones.