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En el informe en cuestión Deloitte habla de “ajustes” al proyecto original, que sospechosamente fueron introducidos una vez adjudicada la obra a Isolux y no antes de ser licitada.
“Como puede apreciarse, los ajustes realizados al proyecto incrementaron los costos en comparación al proyecto licitado en G. 822.300.875”, dice en su parte conclusiva el informe de Deloitte, presentado hace algunos días por el ministro de Obras, Ramón Jiménez Gaona.
Sin embargo, y dentro de la misma conclusión, la empresa se “lava las manos” ante la posibilidad de que se compruebe que los “ajustes” de precio fueron mayores.
“Cabe remarcar que el análisis anterior se basó en el proyecto licitado y el proyecto revisado, no se dispone información sobre los planos conforme a obra a fin de confirmar lo realmente ejecutado. Por otro lado, se tuvo a disposición el certificado N° 15, correspondiente al mes de marzo de 2017, donde se observa que el paso peatonal sobre el Arroyo Itay no fue certificado hasta el momento”, dice el informe.
Efectivamente, la obra fue inaugurada en marzo de este año y hasta el momento le sigue faltando el puente peatonal al costado del arroyo Itay, cuya carencia impide ensanchar la calzada. El ensanchamiento estaba previsto en el proyecto original y, por ende, sin él, se dificulta el normal desplazamiento de los vehículos.
En una de las últimas conferencias de prensa en el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, el ingeniero René Peralbo, director de Ejecución, dijo que sí está previsto que Isolux construya el puente, cotizado en US$ 100.000 aproximadamente, pero no dijo cuándo.
Investigación
En mayo de este año el “superviaducto” fue noticia en España porque se le mencionó en una investigación de corrupción internacional, y en ese marco se divulgaron correos que evidenciaban que un “lobista” paraguayo, Ernesto Dos Santos, invocaba su “trato directo” con autoridades de Obras Públicas, para “conseguir” obras. También está en marcha a nivel local una investigación fiscal.