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Luego de conocer la respuesta oficial del BEI a la solicitud de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) para establecer un margen de preferencia del 15% en la construcción de la línea de transmisión de 500 kV entre Ayolas y Villa Hayes, los empresarios metalúrgicos lamentaron que un organismo internacional haga prevalecer sus intereses en un proyecto que será pagado por todo el pueblo paraguayo.
Añadieron que por el tenor de la nota del BEI se puede deducir que la ANDE formuló el pedido de manera capciosa, como para que la respuesta sea la recibida.
“Con versos así es que siempre nos dejan afuera. Lo cierto y concreto es que las torres las podemos fabricar aquí, creando empleos y pagando impuestos. Además, igual importaremos de los países más desarrollados la materia prima para hacer nuestro trabajo, así que gran parte del dinero que nos ‘prestan’ volverá a ellos”, señaló el Ing. Walter Bogarín del Consorcio Metalúrgico Guaraní. Agregó que no piden nada fuera de lugar. “Si quieren que el país se desarrolle deben ayudar a crear las condiciones para ello. Hablamos de que 10 millones o 12 millones de los US$ 300 millones que costará la línea queden en Paraguay por la mano de obra de fabricación de las torres”, indicó.
En su opinión, lo que corresponde es que se anule todo lo que se hizo mal y se reinicie el proceso. Agregó que lo primero es convocar a una licitación pública internacional para elaborar el proyecto de la línea que hoy no existe; luego, con ese proyecto, llamar a una licitación pública internacional en la que la industria paraguaya pueda ofertar directamente a la ANDE.
Por su parte, el Ing. Diego Oddone, del Consorcio Metalúrgico Bicentenario, cuestionó que el BEI, “muy despabiladamente” dice que la obra es “llave en mano” y que la provisión de torres es solo el 21%, conociendo perfectamente que esta obra no está definida de este modo. “Bajo estas condiciones, el único servicio que queda a empresas paraguayas es el de montar, alinear, estirar cables, ajustar tornillos y colocar bases de hormigón; mientras que el 100% del suministro será comprado de otros países”, lamentó.
Oddone pidió que se rechacen este tipo de créditos, que solo ayudan a que extranjeros se desarrollen, paguen sus cuentas, se eduquen y se curen en sus hospitales, mientras acá los paraguayos debemos pagar las cuentas.
“Exigimos el derecho constitucional de poder trabajar en nuestro país y rechazamos este tipo de maniobras. La industria nacional es capaz de hacer esta obra, en tiempo y forma, está demostrado y no renunciaremos a ese derecho”, enfatizó el empresario del sector metalúrgico.
ANDE solicita una revisión
El presidente de la ANDE, Ing. Víctor Romero Solís, instruyó a la Dirección de Planificación General, a cargo del Ing. Félix Ruiz, para que hagan una revisión del pedido que formularon al BEI.
La intención es demostrar que, en realidad, la obra tiene un 55% de materiales de suministro entre las torres, los cables y equipos, si se toma solo el ítem relacionado con el tendido de línea, pero si se consideran también las subestaciones, el suministro se eleva aún más. El BEI argumentó en su rechazo que la ANDE señaló que la adquisición de estructuras metálicas representa un 21% del total de la obra y, por lo tanto, el contrato quedaba clasificado como contrato de obra, “sin ningún tipo de preferencia”.