Indert sigue prometiendo tierras sin poder cumplir

Este lunes se cumple un mes desde que llegaron los campesinos de cinco departamentos del país hasta Asunción, para instalarse frente al Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert). Están viviendo bajo carpas en las veredas y esto, según los datos, es debido a las promesas incumplidas de recuperación de tierras en posesión de terceros.

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El presidente del instituto agrario, Justo Cárdenas, promete recuperar tierras de personas que no cumplieron alguno de los requisitos del estatuto agrario, pero en la práctica, la promesa se torna casi imposible debido a que medidas judiciales amparan a quienes están en posesión de esos lotes. En consecuencia, labriegos nucleados en el Movimiento Campesino Paraguayo (MCP) decidieron realizar una medida de fuerza al sentirse engañados por Cárdenas. Decenas de personas están hace casi un mes frente a la sede del ente, soportando bajo carpas las lluvias y el intenso calor, con los niños expuestos a esta situación, para exigir la solución de casos puntuales.

Por ejemplo, el caso Laterza Cue (Caaguazú). Este conflicto de larga data supuestamente se había solucionado tras la formación, a instancias del Indert, de la comunidad María Nidia. Los campesinos accedieron a dejar unas 2.000 Ha que ocuparon por más de una década para instalarse en 500 Ha (300 Ha donadas por la firma Bioenergy y 200 que eran fiscales). Hace dos años, más de 50 familias fueron reubicadas en la fracción, pero hasta hoy no pueden usar la superficie completa porque nunca se realizó la distribución de los lotes.

“Los compañeros nos dicen ‘qué vamos a hacer allá (en sus comunidades), sin poder producir y soportando los insecticidas de los productores que siguen usurpando las tierras públicas’. Ellos prefieren quedarse acá, aunque haga calor o llueva. Las madres saben que los niños sufren, pero dicen que peor es ir a morir envenenados en el campo”, afirmó Vidalia Benítez, una de las líderes del MCP.

Otro caso emblemático es el de Santa Teresa (Caazapá), donde el Indert “recuperó” 700 Ha hace tres años, pero a la fecha sólo pudo disponer de 100 Ha. “Un señor de apellido Villalba, que usa más de 240 Ha para cultivar soja, tiene amparo judicial sobre las tierras. Y el Indert pretende que nosotros vayamos a actuar de jueces y fiscales y desalojemos a este tipo de gente. Pero nosotros no podemos hacer eso. Entonces nos preguntamos, ¿para qué registraron tierras que no estaban bien y festejaron la supuesta recuperación?”, enfatizó.

Minga Porã (Alto Paraná), en la zona llamada Limoy, es otra área de conflicto, donde unos 14 lotes fiscales están aparentemente siendo explotados por no sujetos de la reforma agraria, que recurren a interdictos para no salir del sitio.

En todos los casos, el elemento común es que Cárdenas prometió recuperación y no lo ha logrado, porque los poseedores en muchos casos ya pagaron la totalidad del precio de los lotes y los explotan hace décadas.

Hay “borrador de acuerdo”

ABC consultó a Cárdenas si es posible llegar a un acuerdo con las personas que acampan frente al ente y si se llegaron a reunir para negociar el levantamiento de la medida. A través de un mensaje de texto, respondió: “Por supuesto, tenemos un borrador de acuerdo para firmar en estos días”.

El presidente del Indert dijo que a través de la dirección de Comunicación nos entregaría el borrador de referencia, pero hasta el cierre de esta página, el documento no fue proveído.

Los campesinos aglutinados en el MCP advirtieron que planean no moverse de las veredas del ente hasta que Cárdenas cumpla todas las promesas realizadas a los compatriotas.

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