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Pablo Melgarejo, gerente de planta, señaló que cuentan con equipos que imprimen a los colchones una presión de 50.000 revoluciones, durante varias horas que equivalen a cinco años de su uso.
Entre los ensayos más destacados se encuentran: la prueba de firmeza y durabilidad del colchón, con los cuales se determinan desperfectos estructurales tales como rotura en costuras, abultamientos en la tapa, entre otros. En la prueba de firmeza se comprime el colchón con una carga de 1.335 newton o más en cinco puntos predeterminados por máquina, equivalentes a los lugares que ocuparían la cabeza, hombros, pantorillas, bordes y otros. La máquina de ensayo de durabilidad del colchón simula el uso del colchón repitiendo varios ciclos de vueltas de rodillos con una presión de 20.000 ciclos equivalentes a dos años de uso.