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“Para un pequeño productor como en mi caso, que tengo solamente media hectárea, el rubro de la horticultura es la mejor salida, ya que en una superficie así no se puede plantar soja”, dijo Carlos Cáceres, quien desde hace cuatro años incursiona en esa actividad.
Sobre la base de errores y aciertos, hoy el productor tiene afianzado una unidad productiva con cinco galpones cubiertos, donde cultiva locotes y tomates, con mucho éxito. “Fui aprendiendo con la práctica. Los primeros años, los resultados no fueron buenos, pero ahora ya tengo el conocimiento para hacer de esta una actividad rentable”, comentó, al tiempo de lamentar que el pequeño productor no cuenta con apoyo técnico ni económico para desarrollar sus emprendimientos.
Un productor de soja tiene créditos, cuenta con asistencia técnica, tiene mercado seguro, “pero un agricultor que como yo no puede cultivar soja, porque su tierra no es suficiente, no tiene acceso a nada”, lamentó.
En su caso en particular, comenzó la siembra de tomates y locotes en un pequeño galpón con media sombra, pero a fuerza de trabajo y de buenos resultados fue creciendo, al punto que ahora tiene cinco galpones cubiertos, sistema de regadío por goteo y una siembra con cobertura de suelo (se conoce con el nombre de “muchi”) que le aseguran buena calidad en la producción y buen rendimiento.
Los costos
“Por cada galpón tengo invertido unos G. 10 millones”, acotó. Esto incluye todo el sistema de riego y las semillas, que para 1.000 plantas de tomate tiene un costo de G. 470.000.
La producción de hortalizas puede sacar de la pobreza a muchas familias paraguayas, y es una fuente generadora de mano de obra para mucha gente. El país tiene mercado suficiente para consumir todo lo que se produzca, y si se logra frenar el contrabando todavía tendremos más mercado, refirió asimismo Cáceres.
Volumen de producción
En un área pequeña, de 50 por 100 metros, se pueden cultivar hasta 800 plantas de tomates. Bien cuidado se puede sacar hasta 5.000 kilos por año. El precio actualmente está en los G. 80.000 por caja (una caja tiene 18 kilos).
El tomate se empieza a cosechar a los 90 días del trasplante de los plantines a sus sitios definitivos, y una planta produce durante 10 meses. “El precio ahora está muy bien, de los 35.000 guaraníes por caja que vendíamos hace tres meses, ahora está 80.000”, dijo Cáceres.
Este aumento del precio se debe a que bajó el ingreso masivo del producto desde la Argentina, presumiblemente por el aumento del precio en aquel país, y por la variación de la cotización de la moneda. “Cuando ingresa producto de contrabando nos afecta porque abarata demasiado el precio en el mercado”, señaló. Toda su producción es colocada en el mercado local y algunos supermercados de Encarnación.
El locote, en cambio, sufrió una depreciación. Hace unos meses vendíamos a G. 4.000 el kilo en finca, y ahora apenas se está vendiendo a G. 2.500. Se dice que es porque hay mucha oferta, muchos productores en la zona, refirió. Una planta de locote da frutos hasta durante dos años. Cada planta da un kilo de frutas por mes, en promedio.