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Ramón C. Álvarez es una de las contratistas del Consorcio Tavaí, que está asfaltando la ruta San Juan Nepomuceno-Ruta VI.
César Silvero –uno de los despedidos– dijo que a él le marcaron los directivos por encabezar la protesta y exigir condiciones de trabajo más justas para sus compañeros. Otros fueron cesados porque se enfermaron de dengue y cuando se curaron y volvieron para seguir trabajando, fueron liquidados por la patronal.
Silvero contó que la empresa alega que le echa por haber descompuesto un camión, pero cuando los vehículos trabajan es normal que pueda haber desperfectos mecánicos, “es todo una excusa” para descabezar la organización de la gente, sostuvo.
Según los datos, a la firma del contrato la mayoría habría perdido nueve meses de antigüedad. La gente necesita trabajar y se aguantan la injusticia, señalaron.
El paro era también por el no recorte de viáticos, cobro de horas extras y cese de maltratos por parte de un militar retirado que hace de capataz, según los datos.
Versión de la firma
El ingeniero residente Horacio Basualdo manifestó que no hay despido injustificado, pero que sobre los motivos de la liquidación la empresa se reserva el derecho de informar. Dijo que se abonó todo lo que corresponde según la ley.