Hay más oportunidades de empleo, asegura ministro

Cada año que entra como ahora, el quebranto de los padres por la desocupación de sus hijos sube de punto, así como la frustración por la falta de trabajo y la impotencia por conseguir fondos para pagar sus estudios. José Molinas, ministro de la Secretaría Técnica de Planificación, coordinador del programa de lucha contra la pobreza, afirma sin embargo que las oportunidades se han multiplicado. En esta entrevista anima a la ciudadanía a golpear las puertas del SNPP, Sinafocal y la misma Oficina Nacional de Empleos.

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–Hay una cantidad impresionante de jóvenes y sus padres deambulando en busca de trabajo y de estudio. ¿Qué puede hacer el Gobierno?

–El Gobierno está creando oportunidades tanto dentro del área urbana como rural. En el área rural estamos con la diversificación y la tecnificación productiva. En el área urbana remarcamos en mejorar la infraestructura (caminos y carreteras). La creciente instalación de industrias absorbe cada vez más mano de obra. Las oportunidades que se presentan se acompaña con la capacitación laboral.

–La gente no sabe…

–Es fundamental la capacitación. Yo recomiendo a los jóvenes que vayan y se capaciten para entrar al mercado laboral. El SNPP (Servicio Nacional de Promoción Profesional) y Sinafocal (Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral) entrenan a unos 160.000 jóvenes por año para oficios y actividades que demanda el mercado. Esta actividad se coordina con el sector privado y la oficina de empleos del Ministerio de Trabajo.

–¿Dónde está la oferta de trabajo?

–Hay mucha oferta de trabajo. Hay una Oficina Nacional de Empleos que trata de juntar a los que quieren trabajar con los que están pidiendo mano de obra entrenada. Ese es un buen punto de inicio para el que quiera trabajar. Se identifica así los pedidos de las empresas y el perfil y la inquietud de los que quieren trabajar...

–¿Se puede confiar en la Oficina Nacional de Empleos?

–Es un buen punto de inicio pero también en los barrios y compañías del interior hay cada vez más movimiento. Se pueden acercar a esos lugares donde hay movimiento. Pregunten qué es lo que se puede hacer. Si necesitan de entrenamiento, hay lugares y estrategias para entrenarlos. La Oficina de Empleos está impulsando este sistema de coordinación, de facilitación del empleo. Para todos los capacitados se lanzó una aplicación que se llama Consigo (de conseguir)...

–¿Qué es?

–Es una aplicación de celular donde uno puede buscar un herrero, un electricista, un plomero, un carpintero, algún oficio. Está la lista de todos los que fueron capacitados por el SNPP y Sinafocal. Están con su número de teléfono para facilitar el acceso. La encuesta de hogares a nivel nacional y a nivel del área metropolitana nos señala que el empleo se está expandiendo y la desocupación está bajando. Paraguay crece bastante en inversiones en la parte industrial y también se está tecnificando la agricultura familiar. En ambos casos la tendencia es la mayor ocupación de los jóvenes.

–¿El Gobierno está acertando en esta campaña contra la pobreza? La gente tiene sus dudas.

–Tenemos una estrategia de lucha contra la pobreza con altos estándares de calidad que lo estamos implementando con efectividad, control y participación de la ciudadanía. La pobreza tiene muchas caras, muchas dimensiones. Requiere un abordaje desde muchas plataformas. No se trata de hacer una cosa u otra sino brindar el apoyo integral para que el pobre pueda insertarse en el mercado adecuadamente y ser sujeto de derechos con el Estado. Son dos elementos centrales de la estrategia.

–Algunos entendidos dicen que el Gobierno yerra al invertir siempre en agricultura. Se gastan y se despilfarran millones, cuando sería más efectivo regalar una vaca…

–No es suficiente solo pollitos, solo vacas, solo mecanización agropecuaria, solamente capacitación. Se necesitan todos estos abordajes en forma simultánea, de acuerdo a las condiciones que requiere el pobre para insertarse en el mercado y para ser sujeto de derecho ante el Estado.

Implica que los niños vayan a la escuela y tengan una educación de calidad. Se ha expandido muchísimo la cobertura de educación inicial. Los niños ya van a la escuela a los tres y cuatro años. Este porcentaje ha aumentado del 11% al 23%. Tenemos metas más ambiciosas. Ha disminuido bastante la cantidad de desertores de la educación media. Hoy tenemos 73% de escolarizados contra el 50% que había antes de este Gobierno. Son cambios sustanciales. El año pasado se llegó al récord de ocho mil viviendas. Antes no se superaban dos mil por año…

Estamos trabajando en forma coordinada con la sociedad civil, con las propias organizaciones donde están los pobres, organizaciones campesinas, indígenas y con el sector privado. Somos 20 instituciones con cerca de 45 programas relacionados con la estrategia para combatir la pobreza. Más del 95% de estos 45 programas tienen muy buen nivel de efectividad. Hay un equipo nacional de estrategia país que está acompañando esto y verificando lo que se hace. Cualquiera puede entrar a la página web de la Secretaría Técnica de Planificación (STP) para comprobar. Todo lo que hacemos es transparente, participativo y bajo control...

–¿Cuántos pobres están en la lista del Gobierno?

–Básicamente, el país ha avanzado bastante en términos de reducción de pobreza. En 2013 había 220.000 familias en situación de pobreza. Ahora hay 165.000. Se ha avanzado bastante en cobertura de protección social. Al inicio de la administración había 80.000 personas recibiendo la transferencia monetaria de Tekoporã. Hoy existen 130.000 y se va a expandir este año a 140.000. Había menos de 90.000 adultos mayores que recibían la protección social. Hoy son 150.000 y se va a expandir a más de 175.000 este año.

–¿Cómo los eligen?

–Damos preferencia a las familias en situación de pobreza extrema y de pobreza. Tenemos un enfoque de precisión para identificar a las familias que más necesitan. Hasta ahora hemos visitado 175.000 hogares rurales donde se concentra la pobreza. Hemos analizado su condición de vida. Tenemos identificadas 26.000 familias en situación de pobreza extrema, 38.000 en situación de pobreza moderada y otras 35.000 en vulnerabilidad, no pobres pero vulnerables. A aquella familia que realmente está en una situación que no puede comer, se le da un auxilio inmediato. Se le incorpora en el programa Tekoporã. Si es adulto mayor se le incorpora en el programa de adultos mayores. Se ve qué activos productivos tiene y se trata de que utilice mejor sus activos productivos. Si tiene una finca se trata de apoyarle para que utilice bien los recursos que tiene. Eso implica incorporación de tecnología, que produzca en forma más moderna.

–Se dice que la agricultura del paraguayo sigue siendo precaria y que por eso el que nació pobre seguirá siendo pobre…

-Estamos tecnificando la agricultura familiar para que no se reproduzcan más las técnicas productivas de 200 años atrás. Estamos cuidando que no se pongan todos los huevos en la misma canasta, en la agricultura, sino que vayan diversificando con más actividad ganadera y forestal.

–¿Cómo es eso de que la pobreza aumentó según la cifra que se publicó el año pasado?

–No es así, absolutamente. Cuando asumió este Gobierno teníamos información del 2011. El porcentaje de pobreza era del 18% de pobreza extrema. Después vino la información de 2012, 14%. Con esta administración se ha mantenido en los niveles del 10%. En tres años se bajó cerca de 45% los niveles de pobreza extrema. Estos son números extraordinarios en comparación con el resto del mundo. Entonces, al tener que en tres años se redujo la pobreza extrema en 45%, algo se está haciendo bien y queremos todavía hacerlo mejor. Eso ha sido una disminución significativa. Nuestro indicador de pobreza también está sujeto a choques que el país no puede controlar. No se puede controlar el clima, los precios de los commodities en los mercados internacionales que no nos ha sido favorable en el último año.

–¿Qué lecciones sacaron de esta inundación, la más prolongada del siglo y que hace aflorar la verdadera pobreza en la ciudad?

–Estamos trabajando en darle una solución definitiva. Es un compromiso firme del Gobierno. Estamos en diálogo continuo con la Municipalidad de Asunción para encarar intervenciones en el Bañado Norte y en el Bañado Sur para dotarles de condiciones dignas y permanentes a las familias, unas 20.000 familias. Estamos iniciando un proceso de cerca de 3.000 viviendas en el Bañado Norte y estamos planificando unas 5.000 más en el Bañado Sur. Es el 40%. Dentro de poco se van a notar estas soluciones que estaban postergadas por décadas. Con la Costanera Norte y la Costanera Sur vamos a tratar de darles una solución definitiva a estas condiciones infrahumanas de vida que generan las inundaciones en nuestros compatriotas.

–¿Eso tiene un plazo?

–Queremos que esté iniciado en la brevedad posible.

holazar@abc.com.py

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