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“En varias publicaciones dijimos que Argentina usa Yacyretá para solucionar sus problemas, pero causándonos a nosotros”, señalaba a ABC Color. El Ing. Gustavo Segovia, exasesor del Consejo de Administración de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), exjefe de Obras Complementarias del proyecto hidroeléctrico.
Sobre la peculiar manera de Argentina de solucionar sus problemas instrumentando Yacyretá, específicamente el nivel de su embalse, Segovia advertía ayer que “Se está registrando de nuevo en el eje Encarnación-Posadas una sobreelevación del embalse en un promedio de 30 a 40 cm”.
Añadía que hace un mes, “...comenzaron de nuevo a operar el embalse con una cota por encima de la indicada en el Tratado y en toda la documentación interna de EBY, que es la 83 metros sobre el nivel del mar (msnm), como máximo”.
La sobreelevación de la cota del embalse no responde a un propósito meramente esteticista, sino a uno muy utilitarista, apuntábamos en la publicación de ayer: atenuar la crisis de suministro que sufre el mercado eléctrico argentino, agudizada por la ola de calor que afectó a Buenos Aires este mes.
Segovia añadía que 30 cm de sobreelevación (del embalse), “sirven para atender los requerimientos de una población cercana a los 200.000 habitantes aproximadamente”.
Entre los problemas que causan en nuestro país las “soluciones argentinas y para argentinos”, el técnico enfatiza la acumulación de agua estancada en las cercanías de las estructuras terminales de descarga (en el embalse) de las canaletas de desagüe pluvial en Encarnación y Carmen del Paraná.
Estas estructuras, explicaba, están hechas para una cota del embalse de 83 msnm, por consiguiente al sobrepasarse ese nivel, el agua de lluvia que transportan las canaletas –200 en Encarnación– chocan contra el muro de agua en que se constituye el embalse y regresan formando numerosos espejos de agua estancada, los que facilitan la procreación de mosquitos vectores del dengue, zika y chikunguña.
El Ing. Segovia agrega que entre enero y febrero de este año se registró un fuerte aumento de casos de dengue en ciertos lugares de Encarnación, como en Villa Cándida, cerca del subembalse del arroyo Potiy, situación de la que la EBY es una de las responsables.
El Ing. Segovia concluye que Senepa, la Municipalidad, etc., deben medir el grado de infestación de estos 200 lugares, criaderos potenciales de las larvas de mosquitos vectores.