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El supermercadista indicó que este sector se encuentra muy golpeado por el ingreso ilegal de mercaderías de Argentina, cuyos productos están más baratos por el tipo del cambio del peso y porque en el país vecino aplican políticas de subsidios en varios rubros alimenticios. A eso hay que sumar la falta de controles eficientes por parte de las autoridades paraguayas pertinentes, señaló.
Según lo explicado, la reducción en las ventas debido a este flagelo se observa en rubros específicos, y entre los principales se encuentran el azúcar, que cayó 45%; el aceite, 40%; productos de limpieza en general, 35%; y alimentos enlatados, 20%.
Venta ilegal impune
La venta ilegal de estos productos se realiza abiertamente, a plena luz del día, sin que los organismos encargados hagan algo al respecto, lamentó el empresario, haciendo referencia a la impunidad en el país.
Los vendedores ofrecen estas mercaderías ingresadas de forma ilegal en las esquinas de las principales avenidas, frente a los ministerios o entes públicos, al costado de las municipalidades.
“En fin, el contrabando se volvió algo normal para todo el mundo, pero no debería ser así”, subrayó. Incluso añadió que “pareciera que hasta los medios de comunicación ya no consideran el hecho como noticia, porque no se publica en la prensa como ocurría en años anteriores”.
Daño a la economía
Dijo además que el hecho de que el ingreso ilegal de productos se vuelva normal para la sociedad, a fuerza de la costumbre, eso no contrarresta el enorme daño causado a la economía.
Es que no solo se está perjudicando a los supermercados, cuyo sector es uno de los más formales y que emplea a numerosos compatriotas, apuntó el titular de Capasu, sino además se ve afectada la recaudación de impuestos.
Según Salemma, desde el inicio de año vienen advirtiendo al fisco que el contrabando irremediablemente iba a causar problemas de recaudación.
“Hoy día eso es un hecho, ya que al no pagar los tributos correspondientes hay menos recaudación y el Ministerio de Hacienda se ve en figurillas tratando de financiar el presupuesto, con bonos y préstamos ante la falta de recursos propios”, enfatizó.
Incluso el súper va a sobrevivir a toda esta situación, pero el Estado no tiene forma de recuperar la pérdida por el flagelo. De ahí la urgencia de realizar controles eficientes e iniciar una lucha frontal anticontrabando, finalizó.