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La importancia de contar con estas herramientas en nuestro país es el punto común coordinado entre ambas instituciones estatales frente a los fenómenos climáticos que suceden con cierta frecuencia en los últimos tiempos y que ocasionan perjuicios considerables a la producción agrícola, especialmente a los sectores más vulnerables.
La elaboración del mapa de riesgos climáticos cuenta con el apoyo de la ONG Acdi/Voca, y con asesoramiento técnico del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y recursos de Usaid.
Los técnicos a cargo de la iniciativa se reunieron para avanzar con los estudios previos, en coordinación con la visita de Adriana Basualdo, experta senior en agrometeorología, con amplia experiencia de trabajo en Latinoamérica.
En el MAG informaron que los mapas de riesgo para el sector agropecuario son herramientas tecnológicas que pueden coadyuvar a mitigar el impacto de los fenómenos climáticos que afectan especialmente a la agricultura familiar campesina, haciendo a ese sector especialmente vulnerable en cuanto a la producción de sus rubros tanto de autoconsumo como de renta.
Condición de vida y seguridad alimentaria
Indicaron que la vulnerabilidad de ese segmento agrícola obliga a las instituciones del sector, nacionales y cooperantes, a desarrollar e implementar este tipo de herramientas modernas para mejorar las condiciones de vida y seguridad alimentaria de ese sector de la población.
Apuntaron que los trabajos de investigación previa que se hicieron son fundamentalmente para la elaboración de los mapas de riesgo para el sector agropecuario, los cuales integran componentes de riesgo de forma parcial o global.
Para ello utilizan modelos que involucran frecuentemente el suelo, la cobertura vegetal y el clima mediante diversas herramientas de análisis espacial y temporal de datos.
En cuando a la elaboración del mapeo de los riesgos, los encargados constituyen equipos multidisciplinarios en los que se combina el conocimiento de diversas especialidades como meteorología, edafología, agronomía, geología, hidrología, sociología, economía, geomática, entre otras, con el objeto de mejorar la manera de visualizar y comunicar los riesgos.