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Los últimos datos manejados por la cartera fiscal sobre el impacto que tendrían los aumentos en las remuneraciones –que se pagarán desde julio del año venidero–, lleva el gasto salarial de G. 15,1 billones (US$ 2.625 millones) asignado en el proyecto de presupuesto presentado por el Ejecutivo a G. 15,6 billones (US$ 2.713 millones) aprobado por Diputados. Esto implica una diferencia de G. 508.000 millones (US$ 88 millones al cambio vigente).
Esta diferencia es la que debe ser financiada con recursos del tesoro o provenientes de la recaudación impositiva, lo que no está previsto dentro de las estimaciones efectuadas por Hacienda para el año 2017 y que solo prevé un crecimiento moderado de los ingresos del 9% con respecto al ejercicio 2016.
La Cámara Baja tampoco identificó de dónde saldrán los mayores recursos, por lo que cubrir este requerimiento implicará recortar gastos sociales si es que no se logra una mayor recaudación, de acuerdo a lo que advirtió el viernes pasado el ministro de Hacienda, Santiago Peña.
La Comisión de Presupuesto de Diputados había dado a conocer un informe preliminar que refería que el impacto ascendía a un total de G. 409.946 millones (US$ 70,9 millones), que incluye el ajuste de 7,2% al sueldo mínimo y 12% para docentes de Educación, personal de blanco de Salud y Clínicas.
La diferencia entre el informe de Hacienda y de Diputados es de G. 98.054 millones (US$ 16,9 millones), lo que obedece a que en el primero ya se incluye el aguinaldo y otros beneficios salariales que también se incrementan.
De confirmarse estas modificaciones en la Cámara de Senadores, en la sesión extraordinaria de mañana convocada para decidir sobre el presupuesto 2017, el mayor impacto será para el ejercicio 2018, cuando se tenga que cubrir un año completo, ya que el monto ascenderá a G. 814.000 millones (US$ 140,8 millones).