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Pese a que el Ejecutivo, a través de su propio titular Nicanor Duarte Frutos, anunció oficialmente que el año que viene habrá un incremento salarial para los funcionarios del sector público, hasta el momento las cifras del presupuesto público para el 2006 dicen otra cosa.
El Ministerio de Hacienda comunicó oficialmente a la opinión pública, mediante un escueto informe, que el proyecto presupuestario, como nunca antes se hizo, fue terminado una semana antes de la fecha tope que las leyes establecen para que sea remitido al Congreso (que es el 1 de setiembre venidero).
Extraoficialmente se sabe que el plan de ingresos y gastos trabajado por Hacienda, en base a estimaciones de ingresos que la institución considera reales, no prevé mejoras salariales para los funcionarios. La cuestión es sencilla: no alcanzan los recursos para financiar una suba como la que se pretende.
El ministro de Hacienda Ernst Bergen habló en algún momento de la posibilidad de crear un fondo de aproximadamente 100.000 millones de guaraníes, con la finalidad de cubrir los costos de un ajuste selectivo de salarios, que solo alcanzaría a aquellos que hayan salvado el examen de la meritocracia.
A pedido de las mismas autoridades, los técnicos de Hacienda realizaron un ejercicio con la alternativa de un ajuste de entre 5% y 10%, incluidos al mismo presidente, vicepresidente, ministros, viceministros y directores entre los beneficiarios, excepto los parlamentarios.
Esos estudios, sin embargo, quedaron de lado porque, finalmente, los gastos rígidos del Estado, es decir, aquellos que son inevitables, se "tragan" todos los fondos genuinos que se estima serán recaudados en el 2006. No quedan fondos disponibles para el aumento (la última suba salarial a funcionarios data de 1998).
Pero la decisión final aún no ha sido asumida por el Presidente de la República. Entre esta y la otra semana se sabrá si el ajuste será incluido en el proyecto o no. De ser autorizado por Nicanor; les quedará la opción del recorte de los programas sociales (que este año no se ejecutan por problemas de gestión) o inflar artificial e irresponsablemente la estimación de ingresos para financiar esa medida, que, de acuerdo con especialistas independientes, tiene estrechas vinculaciones con la política partidaria (el año que viene hay elecciones internas en el Partido Colorado y elecciones generales para las intendencias).
El plan de Hacienda incluye el denominado crecimiento vegetativo de gastos (salud, educación, militares y policías), así como la mejora salarial del 5% acordada a los docentes.
El Estado paraguayo registra actualmente un total de 170.991 funcionarios, de los cuales 130.909 corresponden al Gobierno central y la diferencia a la administración descentralizada, gobernaciones y municipalidades. Existen 219.246 cargos presupuestados, de los cuales 185.949 son permanentes. El Estado paga mensualmente cerca de 220.000 millones de guaraníes (US$ 37 millones) en servicios personales.
El Ministerio de Hacienda comunicó oficialmente a la opinión pública, mediante un escueto informe, que el proyecto presupuestario, como nunca antes se hizo, fue terminado una semana antes de la fecha tope que las leyes establecen para que sea remitido al Congreso (que es el 1 de setiembre venidero).
Extraoficialmente se sabe que el plan de ingresos y gastos trabajado por Hacienda, en base a estimaciones de ingresos que la institución considera reales, no prevé mejoras salariales para los funcionarios. La cuestión es sencilla: no alcanzan los recursos para financiar una suba como la que se pretende.
El ministro de Hacienda Ernst Bergen habló en algún momento de la posibilidad de crear un fondo de aproximadamente 100.000 millones de guaraníes, con la finalidad de cubrir los costos de un ajuste selectivo de salarios, que solo alcanzaría a aquellos que hayan salvado el examen de la meritocracia.
A pedido de las mismas autoridades, los técnicos de Hacienda realizaron un ejercicio con la alternativa de un ajuste de entre 5% y 10%, incluidos al mismo presidente, vicepresidente, ministros, viceministros y directores entre los beneficiarios, excepto los parlamentarios.
Esos estudios, sin embargo, quedaron de lado porque, finalmente, los gastos rígidos del Estado, es decir, aquellos que son inevitables, se "tragan" todos los fondos genuinos que se estima serán recaudados en el 2006. No quedan fondos disponibles para el aumento (la última suba salarial a funcionarios data de 1998).
Pero la decisión final aún no ha sido asumida por el Presidente de la República. Entre esta y la otra semana se sabrá si el ajuste será incluido en el proyecto o no. De ser autorizado por Nicanor; les quedará la opción del recorte de los programas sociales (que este año no se ejecutan por problemas de gestión) o inflar artificial e irresponsablemente la estimación de ingresos para financiar esa medida, que, de acuerdo con especialistas independientes, tiene estrechas vinculaciones con la política partidaria (el año que viene hay elecciones internas en el Partido Colorado y elecciones generales para las intendencias).
El plan de Hacienda incluye el denominado crecimiento vegetativo de gastos (salud, educación, militares y policías), así como la mejora salarial del 5% acordada a los docentes.
El Estado paraguayo registra actualmente un total de 170.991 funcionarios, de los cuales 130.909 corresponden al Gobierno central y la diferencia a la administración descentralizada, gobernaciones y municipalidades. Existen 219.246 cargos presupuestados, de los cuales 185.949 son permanentes. El Estado paga mensualmente cerca de 220.000 millones de guaraníes (US$ 37 millones) en servicios personales.