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José Cantero (*)
Por un lado, los adherentes de este régimen monetario sostienen que la introducción de la dolarización oficial es la única opción para sustentar la estabilización de los precios, necesaria para la promoción de la economía nacional. Por el otro, los detractores argumentan que su implementación es costosa, porque la dolarización oficial necesariamente implica la anulación de la política monetaria doméstica como instrumento para la promoción de la economía, a los efectos de una gestión macroeconómica contracíclica. Por ello, el costo que involucra la pérdida de la política monetaria justificaría el rechazo de la dolarización oficial como alternativa de estabilidad en el Paraguay. Entonces, teniendo en cuenta este análisis de costo-beneficio, debemos preguntarnos si, además de la dolarización, existe una alternativa monetaria válida para el país.
Afortunadamente, la dolarización no es la última opción. Existen lecciones internacionales valiosas en la implementación de un nuevo esquema monetario denominado: Metas de Inflación (Inflation Targeting). Lo fundamental de este nuevo esquema es que la autoridad monetaria se compromete sólo a garantizar la estabilidad de los precios a largo plazo, dejando de lado otros objetivos tales como: la promoción del empleo, el crecimiento de la economía, la estabilidad del tipo de cambio, entre otros. Cabe destacar que los países que han implementado este esquema monetario han sido exitosos en frenar y revertir el proceso de dolarización de sus economías, puesto que en la medida que el Banco Central reduce la inflación y minimiza su variabilidad, surge una mayor confianza del público hacia la moneda doméstica, y con ello se reduce el riesgo de crisis financieras, característico de economías dolarizadas. A su vez, la reversión del proceso de dolarización otorga a la política monetaria mayor campo de maniobrabilidad para estabilizar la economía.
Ante estos hechos, el nuevo debate monetario se centra en la conveniencia de incorporar como estrategia de política monetaria, metas explicitas de inflación. No obstante, de manera a involucrarnos en este reciente debate, es preciso, inicialmente, explicar con mayor profundidad los aspectos fundamentales de este nuevo esquema monetario, para así poder detallar las limitaciones que deben ser superadas para su implementación en el Paraguay. Para ello, es importante, primeramente, discutir algunos de los principales aspectos de las Metas de Inflación: ¿Cómo surgió este esquema de política monetaria? ¿Cuáles son los requisitos y estrategias para su introducción? ¿Cuándo un país debería implementarlo? ¿Cuáles son los aspectos de la transición hacia una meta de inflación completa? ¿Cómo es fijado el objetivo de inflación? ¿Cuáles son los principales obstáculos a ser superados para su implementación en nuestro país?
-¿Cómo surgió y qué realmente se entiende por Metas de Inflación?
-Tanto en el campo práctico, como en el empírico, ha surgido un común acuerdo en que un Banco Central solamente es capaz de controlar los precios a largo plazo. Además, se ha verificado, reiteradas veces, que un Banco Central no puede alcanzar más de un objetivo monetario a la vez, puesto que con frecuencia, los mismos son incompatibles. Un ejemplo claro constituye el hecho de que un Banco Central al querer evitar el deterioro del valor externo de su moneda, necesariamente tiene que incrementar la tasa de interés. Alternativamente, el Banco Central al pretender restaurar el crecimiento económico, mediante una política monetaria expansiva, puede conducir a la economía a un período inflacionario. Ante estos hechos, ha surgido una nueva estrategia de política monetaria, denominada Metas de Inflación, la cual centra a la inflación como el único objetivo de política monetaria y aparta de otros objetivos, principalmente del sector real.
Entonces, podemos definir al esquema de Metas de Inflación como un marco para aplicar la política monetaria, en el que las decisiones de la autoridad monetaria están guiadas por las expectativas de la inflación futura en relación con el valor anunciado o meta de inflación. La característica principal de la Meta de Inflación es que existe un compromiso institucional formal y explícito, donde el Banco Central, a través de un mandato o ley, está públicamente obligado a mantener en el futuro un nivel predeterminado de inflación sin subordinación a otros objetivos. Destaquemos también que en este esquema de política monetaria, el Banco Central utiliza todos los instrumentos para el logro de la meta, independientemente de sus efectos en otras variables.
Una de las medidas que deben ser encaradas por un Banco Central, que adopta la estrategia de Metas de Inflación, constituye una política efectiva de comunicación con el público. Para ello, el Banco Central debe generar reportes periódicos respecto al objetivo de inflación, el horizonte del objetivo (i.e. 1 año, 2 años, 3 años, etc.), las estrategias para alcanzar dichas metas, las decisiones de política tomadas por el Banco Central, el modelo econométrico de estimación de la inflación esperada, entre otros.
-¿Por qué un Banco Central debería concentrarse en mantener los precios estables?-A primera vista, la inflación en el Paraguay no es un problema inmediato a resolver. De hecho, el Paraguay ha gozado de niveles de inflación muy por debajo de los observados en los países de la región. No obstante, la alta variabilidad, y a la vez impredecibilidad del nivel de los precios, ha tenido un efecto negativo en el desempeño de la economía nacional. En efecto, los continuos altibajos de los niveles de precios han abrumado las expectativas y paralizado las decisiones de los consumidores e inversores, restringiendo las decisiones de consumo o inversión a plazos más cortos.
El resultado de esta continua inestabilidad nos ha obstaculizado el camino hacia la prosperidad. Por ello, se requiere de un refuerzo institucional del Banco Central para que a través de la fijación de metas explícitas de inflación, la autoridad monetaria logre una mayor estabilidad de los precios, requisito necesario para la promoción de la economía. No se puede pretender apretar el acelerador de la prosperidad, si antes no se pisa el freno de la inflación. No es posible ponerle freno a la inflación, si no adoptamos el régimen monetario adecuado.
-Requisitos para que un país adopte el objetivo de inflación.
El requisito fundamental para la implementación y éxito de este régimen monetario es que el Banco Central debe contar con un alto grado de independencia. Nos referimos con esto, por un lado, a la facultad que dispone el Banco Central de elegir sus instrumentos monetarios para el logro del objetivo, y por el otro, que sea enteramente independiente de las influencias del gobierno. La independencia del Banco Central del dominio fiscal significa que la financiación del Banco Central al gobierno debe ser mínima o nula. Esto, necesariamente, implica que el sistema financiero doméstico debe estar suficientemente desarrollado para absorber la emisión de deuda pública, en caso que el gobierno requiera de un financiamiento, y a la vez que cuente con un presupuesto sostenible a largo plazo y, por lo tanto, no tener que depender del señoriage o ingreso del gobierno por tener el monopolio de la emisión de dinero proveniente del Banco Central.
(*) Maestría en Economía, Universidad de Illinois
Maestría en Finanzas, Universidad de Illinois. Columnista invitado.
Por un lado, los adherentes de este régimen monetario sostienen que la introducción de la dolarización oficial es la única opción para sustentar la estabilización de los precios, necesaria para la promoción de la economía nacional. Por el otro, los detractores argumentan que su implementación es costosa, porque la dolarización oficial necesariamente implica la anulación de la política monetaria doméstica como instrumento para la promoción de la economía, a los efectos de una gestión macroeconómica contracíclica. Por ello, el costo que involucra la pérdida de la política monetaria justificaría el rechazo de la dolarización oficial como alternativa de estabilidad en el Paraguay. Entonces, teniendo en cuenta este análisis de costo-beneficio, debemos preguntarnos si, además de la dolarización, existe una alternativa monetaria válida para el país.
Afortunadamente, la dolarización no es la última opción. Existen lecciones internacionales valiosas en la implementación de un nuevo esquema monetario denominado: Metas de Inflación (Inflation Targeting). Lo fundamental de este nuevo esquema es que la autoridad monetaria se compromete sólo a garantizar la estabilidad de los precios a largo plazo, dejando de lado otros objetivos tales como: la promoción del empleo, el crecimiento de la economía, la estabilidad del tipo de cambio, entre otros. Cabe destacar que los países que han implementado este esquema monetario han sido exitosos en frenar y revertir el proceso de dolarización de sus economías, puesto que en la medida que el Banco Central reduce la inflación y minimiza su variabilidad, surge una mayor confianza del público hacia la moneda doméstica, y con ello se reduce el riesgo de crisis financieras, característico de economías dolarizadas. A su vez, la reversión del proceso de dolarización otorga a la política monetaria mayor campo de maniobrabilidad para estabilizar la economía.
Ante estos hechos, el nuevo debate monetario se centra en la conveniencia de incorporar como estrategia de política monetaria, metas explicitas de inflación. No obstante, de manera a involucrarnos en este reciente debate, es preciso, inicialmente, explicar con mayor profundidad los aspectos fundamentales de este nuevo esquema monetario, para así poder detallar las limitaciones que deben ser superadas para su implementación en el Paraguay. Para ello, es importante, primeramente, discutir algunos de los principales aspectos de las Metas de Inflación: ¿Cómo surgió este esquema de política monetaria? ¿Cuáles son los requisitos y estrategias para su introducción? ¿Cuándo un país debería implementarlo? ¿Cuáles son los aspectos de la transición hacia una meta de inflación completa? ¿Cómo es fijado el objetivo de inflación? ¿Cuáles son los principales obstáculos a ser superados para su implementación en nuestro país?
-¿Cómo surgió y qué realmente se entiende por Metas de Inflación?
-Tanto en el campo práctico, como en el empírico, ha surgido un común acuerdo en que un Banco Central solamente es capaz de controlar los precios a largo plazo. Además, se ha verificado, reiteradas veces, que un Banco Central no puede alcanzar más de un objetivo monetario a la vez, puesto que con frecuencia, los mismos son incompatibles. Un ejemplo claro constituye el hecho de que un Banco Central al querer evitar el deterioro del valor externo de su moneda, necesariamente tiene que incrementar la tasa de interés. Alternativamente, el Banco Central al pretender restaurar el crecimiento económico, mediante una política monetaria expansiva, puede conducir a la economía a un período inflacionario. Ante estos hechos, ha surgido una nueva estrategia de política monetaria, denominada Metas de Inflación, la cual centra a la inflación como el único objetivo de política monetaria y aparta de otros objetivos, principalmente del sector real.
Entonces, podemos definir al esquema de Metas de Inflación como un marco para aplicar la política monetaria, en el que las decisiones de la autoridad monetaria están guiadas por las expectativas de la inflación futura en relación con el valor anunciado o meta de inflación. La característica principal de la Meta de Inflación es que existe un compromiso institucional formal y explícito, donde el Banco Central, a través de un mandato o ley, está públicamente obligado a mantener en el futuro un nivel predeterminado de inflación sin subordinación a otros objetivos. Destaquemos también que en este esquema de política monetaria, el Banco Central utiliza todos los instrumentos para el logro de la meta, independientemente de sus efectos en otras variables.
Una de las medidas que deben ser encaradas por un Banco Central, que adopta la estrategia de Metas de Inflación, constituye una política efectiva de comunicación con el público. Para ello, el Banco Central debe generar reportes periódicos respecto al objetivo de inflación, el horizonte del objetivo (i.e. 1 año, 2 años, 3 años, etc.), las estrategias para alcanzar dichas metas, las decisiones de política tomadas por el Banco Central, el modelo econométrico de estimación de la inflación esperada, entre otros.
-¿Por qué un Banco Central debería concentrarse en mantener los precios estables?-A primera vista, la inflación en el Paraguay no es un problema inmediato a resolver. De hecho, el Paraguay ha gozado de niveles de inflación muy por debajo de los observados en los países de la región. No obstante, la alta variabilidad, y a la vez impredecibilidad del nivel de los precios, ha tenido un efecto negativo en el desempeño de la economía nacional. En efecto, los continuos altibajos de los niveles de precios han abrumado las expectativas y paralizado las decisiones de los consumidores e inversores, restringiendo las decisiones de consumo o inversión a plazos más cortos.
El resultado de esta continua inestabilidad nos ha obstaculizado el camino hacia la prosperidad. Por ello, se requiere de un refuerzo institucional del Banco Central para que a través de la fijación de metas explícitas de inflación, la autoridad monetaria logre una mayor estabilidad de los precios, requisito necesario para la promoción de la economía. No se puede pretender apretar el acelerador de la prosperidad, si antes no se pisa el freno de la inflación. No es posible ponerle freno a la inflación, si no adoptamos el régimen monetario adecuado.
-Requisitos para que un país adopte el objetivo de inflación.
El requisito fundamental para la implementación y éxito de este régimen monetario es que el Banco Central debe contar con un alto grado de independencia. Nos referimos con esto, por un lado, a la facultad que dispone el Banco Central de elegir sus instrumentos monetarios para el logro del objetivo, y por el otro, que sea enteramente independiente de las influencias del gobierno. La independencia del Banco Central del dominio fiscal significa que la financiación del Banco Central al gobierno debe ser mínima o nula. Esto, necesariamente, implica que el sistema financiero doméstico debe estar suficientemente desarrollado para absorber la emisión de deuda pública, en caso que el gobierno requiera de un financiamiento, y a la vez que cuente con un presupuesto sostenible a largo plazo y, por lo tanto, no tener que depender del señoriage o ingreso del gobierno por tener el monopolio de la emisión de dinero proveniente del Banco Central.
(*) Maestría en Economía, Universidad de Illinois
Maestría en Finanzas, Universidad de Illinois. Columnista invitado.