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La Dirección Nacional de Aduanas (DNA) confirmó, por medio de la Ley de Libre Acceso a la Información Pública, que un grupo de 36 funcionarios de la institución perciben un sobresueldo en el Centro de Despachantes de Aduana del Paraguay (CDAP), es decir, tienen remuneración de quienes son sujetos de control de esta entidad pública (ver lista).
Solicitamos a Aduanas que nos especifique el monto que cobran al mes estos funcionarios en el CDAP, pero nos dijeron que “la DNA no cuenta entre sus registros con la información requerida, puesto que se origina en contratos privados firmados entre el CDAP y funcionarios permanentes de la DNA, regidos por el Código Civil. Se efectuó el requerimiento de esa información a la entidad citada precedentemente, pero hasta la fecha (por ayer) no recibimos la respuesta, pero nos comprometemos a remitirla al momento de su recepción”.
Fuentes de ambas instituciones hablan de un incentivo promedio de G. 8 millones y hasta el 2015 eran 38 funcionarios beneficiados.
Al ser consultado sobre el monto y por qué no dieron la información solicitada vía Ley de Transparencia, el presidente del CDAP, Alfredo Estigarribia, se limitó a decir: “Nosotros remitimos eso a cargo del asesor jurídico de la institución, él no contestó todavía”. Sobre el concepto del pago, Estigarribia no quiso responder y dijo que “es por trabajo fuera de horario, no en el normal en Aduanas, es normal eso, es una habilitación que se paga”.
Por su parte, el director Nelson Valiente señaló que “tengo entendido que es un plus que asume el Centro de Despachantes para los personales de perfil informático que trabajan en el Sistema Sofía, a fin de cubrir esa posibilidad que tienen los mejores informáticos de irse al sector privado que les paga mejor que el sector público. No podemos darnos el lujo de que nuestros recursos humanos que sostienen el Sistema Sofía no sean los mejores, para lo cual está ahí el Centro de Despachantes apoyando con un complemento para garantizar que tengamos los mejores profesionales a fin de sostener el servicio aduanero desde el punto de vista tecnológico”.
Sobre el conflicto de intereses ya que estos funcionarios cobran a quienes deben controlar, Valiente alegó que “trabajan para Aduanas pero los beneficiados son los despachantes de aduana que necesitan un servicio aduanero ágil, eficiente y con una plataforma que funcione y que no se caiga”.
Cabe recordar que estos informáticos manejan por ejemplo el canal de selectividad, es decir, pasar de un canal rojo donde debe revisarse toda la mercadería a un canal verde donde pasan sin control. Por las manos de estos “expertos” pasa el análisis de riesgo de cada importador; no es lo mismo un importador con 50 años de prestigio que uno de maletín, por ejemplo.
Prohibiciones, según Ley
Remitimos consulta al ministro de la Función Pública, Humberto Peralta, sobre la disposición de la Ley 1626 que rige para el funcionario público, pero se encuentra fuera del país, según su vocero.
No obstante, según el artículo 57 de la referida Ley por la que se rige Aduanas, señala: Queda prohibido al funcionario público: Recibir obsequios, propinas, comisiones o aprovechar ventajas en razón del cargo para ejecutar, abstenerse de ejecutar, ejecutar con mayor esmero o con retardo cualquier acto inherente a sus funciones.
Así también, está prohibido mantener vinculaciones que le signifiquen beneficios, con personas físicas o jurídicas fiscalizadas por el organismo en que se encuentra prestando servicios. Sin embargo, dentro de la Aduana esto es normal y para el director Nelson Valiente es una forma de evitar la fuga de profesionales al sector privado.
rossana.escobar@abc.com.py