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Aunque parezca una contradicción, el sector privado no está de acuerdo con la desregulación del rubro, de la noche a la mañana. En los últimos tres años, los empresarios han criticado los decretos del Ejecutivo y medidas del Ministerio de Industria y Comercio usados para regular al sector, obligando a emblemas privados a comprar de Petropar el 50% del gasoíl tipo III (común) y nafta económica que comercializaban. También se fijaron los precios de ambos combustibles y hasta el porcentaje de ganancias para distribuidoras (emblemas) y para las operadoras (estaciones de servicios).
Hoy, todo eso quedó sin efecto, sin previo aviso, de un día para otro. Al respecto, el gerente de las Distribuidoras de Combustibles del Paraguay (Dicapar), Guillermo Parra, dijo ayer que el Gobierno no puede apartarse radicalmente del sector y decir que el mercado se va a regular “naturalmente” con Petropar como competidor.
La estatal viene siendo criticada por tener ganancias gracias a decretos y al mismo tiempo, por vender a precios que incluso están por debajo de sus costos. Para los gremios, eso es exclusivamente con fines populistas del gobierno de Horacio Cartes.
Sin explicación técnica
La repentina liberación en el rubro también traerá consecuencias e, incluso, podría perjudicar a Petropar dentro de dos meses así como a las autoridades electas, que al asumir encontrarán una empresa sin stock, sin contratos con los emblemas y con deudas pendientes (por ejemplo, con la petrolera de Venezuela PDVSA). Por eso, Dicapar plantea que la decisión sea revisada por el Equipo Económico Nacional, que “debe pedir explicación de los fundamentos técnicos de esta decisión. Creemos que fue una decisión caprichosa del MIC”, indicó Parra.
En lugar de una desregulación total, el gremio planteará al siguiente gobierno la redacción de un marco legal para evitar que “se sigan manipulando políticamente las variables económicas”. El Estado no puede desconocer la necesaria regulación del sector, pero de una manera técnica, no populista, sostuvo Parra.
En tal sentido, el presidente de la Asociación de Propietarios de Estaciones de Servicios y Afines (Apesa), Alejandro Guggiari, resaltó los efectos negativos que causan en el mercado las medidas intervencionistas con fines populistas, como el caso de Petropar, que en diciembre vendió a precios por debajo de sus costos y lo demostraron sus propios documentos. Puso como ejemplo lo que está sucediendo ahora en Brasil, donde los precios de combustible están subiendo tras años de subsidios y esto derivó en huelgas de camioneros y trabajadores petroleros.
“Lo importante del fenómeno de la huelga, el desabastecimiento y la compra de los brasileños en frontera (paraguaya) es que es un ejemplo de lo que sucede cuando se manipulan políticamente los precios, acumulando pérdidas. Llega un momento en que no se aguanta más la pérdida y hay que hacer fuertes ajustes que causan violentas reacciones y perjuicios enormes. Por eso, un país netamente importador como el nuestro debe mantener con transparencia precios reales, ajustados al precio internacional y al valor del dólar”, indicó.
Falta marco regulatorio
Miguel Bazán, titular de la Cámara de Distribuidoras Paraguayas de Combustibles (Cadipac), dijo a su vez que a todos les tomó de sorpresa la decisión de levantar las regulaciones, porque a su criterio para liberar el mercado debería haber un marco regulatorio o al menos tener claro lo que va a hacer Petropar desde ahora, si será un regulador o un competidor.
“No hay nada claro y eso es lo que en realidad nos preocupa. Hacerlo sin planificación, pero esa es la forma de trabajar del Gobierno”, lamentó.
En tal sentido, añadió que a las autoridades electas lo único que piden es previsibilidad. “Está bien tener mercado desregulado, pero que estén claras las reglas. Un mercado desregulado pero con ente como Petropar vendiendo por debajo de sus costos, no es coherente, no es justo y nos va a hacer trabajar mal a todo el sector”, apuntó. Finalmente, insistió en que para poder seguir invirtiendo, el empresariado necesita previsibilidad, reglas claras y que se defina las políticas de Petropar.
“Manejan como el hampa”
Blas Zapag, presidente de Copetrol, dijo ayer a ABC Cardinal que el gobierno de Cartes maneja el rubro del combustible como “el hampa” y que la liberación de precios es peligrosa para el país. “La política tuvo un concepto de hampa; jamás respetaron las leyes. El gran payaso ministro (Gustavo) Leite hablaba de que el sector privado era aprovechador de la ciudadanía, tirando por el suelo nuestras gestiones”, alegó.
“Nuestro sector viene sufriendo estos cinco años, y las pérdidas más fuertes se dieron en los últimos tres meses, cuando este gobierno no subía el precio durante la cuestión de la enmienda constitucional, por cuestiones políticas”, aseveró Zapag, advirtiendo que políticas como éstas causaron que Brasil tenga un precio de combustible 40% más elevado y Argentina, 36%. “Se manejan como el hampa”, insistió el empresario.