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La acería tiene hoy cerca de 550 funcionarios que se encuentran en suspenso, pues tras la ida de la firma de capital brasileño Vetorial SA, no hay producción. De acuerdo con los datos, la empresa que desde 2014 arrienda Acepar quedó debiendo al Estado más de US$ 10 millones en dicho concepto y de los US$ 18 millones que debía invertir, apenas alcanzó unos US$ 2 millones, con una pequeña reforma en el alto horno. Muy lejos de lo que se había anunciado a la opinión pública en 2014, en un recorrido que hizo el propio presidente Horacio Cartes en la industria, acompañado del entonces procurador, Roberto Moreno, y referentes del sector privado.
Enmanuel Ayala, secretario general del Sindicato de Trabajadores y Obreros Siderúrgicos (Sitraosider), afirmó ayer a este diario que urge reactivar la planta, buscar una solución y no caer en los mismos errores de la gestión anterior, que tenía como presidente a Gustavo Correa y como representante legal a Óscar Ribone.
Según lo relatado, la situación en la fábrica iba empeorando mes a mes. Primeramente, Vetorial se retrasaba con el pago del seguro social, pese a que descontaba los importes a los trabajadores. A fines de setiembre, ya hubo retraso en el pago de los salarios y la única explicación de la empresa era que tenían problemas con la producción y con la forma de pago de los clientes, lo cual derivaba en que supuestamente estén trabajando a pérdida.
“En laminación y acería teníamos problemas porque no podíamos producir por falta de insumos. Ni guantes teníamos. Desde el mes de agosto, descontaban embargos judiciales y no depositaban en las cuentas del banco. Hasta las prestaciones de alimento llegaron a tener retrasos”, comentó Ayala.
A su vez, el asesor legal del Sitraosider, Abog. Filemón Delvalle, informó que un equipo de trabajo busca la manera de reactivar la planta de Acepar, compuesto por los dos sindicatos de la acería (Sitrasa y Sitraosider), la asociación de funcionarios, la coordinación del gobernador de Villa Hayes, Antonio Saldívar, en conjunto con José Luis Vinader, interventor judicial de Acepar. En tal sentido, señaló que la industria tiene dos opciones para proseguir la producción, por la vía de la intervención judicial, a la que hoy ya está sujeta, con una administración directa y que el Estado se encargue de la provisión. O bien, buscar un arrendatario nuevamente, que es algo en lo que la coordinadora está buscando ofertas.
Numerosos acreedores
No solo al Estado quedaron debiendo los empresarios brasileños. Según los datos a los que accedió este diario, antes de irse, Vetorial llegó a vender toneladas de chatarra de Acepar que están valuadas en millones de dólares, además de comercializar a sus clientes productos por más de US$ 5 millones que no se llegaron a entregar. También dejaron clavos a los carboneros, fleteros y proveedores en general, que hoy se sienten estafados.
La producción máxima de Vetorial fue de mayo de 2017, con 5.300 ton., pero en algunos meses alcanzó apenas 3.000, lejos de las 8.000 prometidas.