Cargando...
La colocación realizada ayer en Nueva York, Estados Unidos, fue mayor a la prevista inicialmente por las autoridades económicas.
Desde un principio, señalaron que el monto no pasaría de US$ 500 millones, pero sorpresivamente se terminó asumiendo una deuda de US$ 530 millones.
El Ministerio de Hacienda informó de esta nueva operación y en las condiciones que fueron realizadas, resaltando que en la subasta participaron más de 180 inversionistas que demandaron cinco veces más del valor ofertado.
Antes, tanto la ministra de Hacienda, Lea Giménez; como el presidente del Banco Central del Paraguay (BCP), Carlos Fernández Valdovinos, anunciaron “la exitosa colocación” a través de sus respectivas cuentas en las redes sociales y puntualizaron que la tasa es menor a la emisión de 2014, cuando el plazo fue a 30 años y la tasa 6,1%.
Ese mismo año, al inicio del Gobierno de Horacio Cartes (ANR), también se tenía previsto colocar US$ 500 millones de bonos, pero terminó en US$ 1.000 millones, lo que de entrada ya hizo disparar la deuda pública que puso en alerta a la ciudadanía.
Varios analistas económicos, desde entonces, ya advirtieron que se debe frenar el ritmo de endeudamiento, caso contrario en el futuro podría el país terminar en una crisis como sucedió en los países vecinos.
El presupuesto autoriza este año a emitir bonos hasta unos US$ 620 millones, pero parte de esto estaba programado para ser ofertados en el mercado local (ya se hicieron dos operaciones).
Lo que dejará Cartes
El Gobierno de Cartes cerrará dejando al país con una deuda en bonos soberanos por un monto US$ 2.910 millones (ver cuadro ilustrativo).
A esto se le agrega la primera emisión de US$ 500 millones realizada por el Gobierno de Federico Franco (PLRA) en 2013, con lo que el monto final asciende a US$ 3.410 millones al cabo de seis años.
Más de la mitad de los fondos obtenidos con este nuevo endeudamiento se destinará a pagar la deuda que vence en el transcurso del año, lo que comúnmente se conoce como “bicicletear la deuda”, operación al cual la administración recurre sistemáticamente. La otra parte, se utilizaría para financiar inversión en infraestructura.
Con esto el año 2017 había cerrado con una deuda pública total, incluyendo la interna y la externa contraída a través de bonos y préstamos de organismos internacionales o privados, de US$ 7.168 millones, 24,4% del PIB.