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El plan de acción de la Alianza Público-Privada para la Eliminación de la Pobreza (APEX) fue aprobado por Decreto Nº 10472, del 28 de diciembre de 2012, declarado prioridad para el gobierno de Federico Franco ante la problemática de la pobreza extrema, que busca garantizar las condiciones necesarias para que 1.200.000 paraguayos alcancen una calidad de vida digna, explicó Burt en su presentación.
Por otro lado, el Registro Único de Información Social (RUIS) fue creado por el mismo Decreto 20472, como fuente unificada de información de los participantes de programas sociales y que constituye una herramienta de gestión que permite optimizar la adecuada ejecución de los servicios y prestaciones estatales.
El APEX priorizará aquellas zonas donde la intensidad de la pobreza extrema es mayor, utilizando como instrumento el Índice de Priorización Geográfica (IPG), el cual permite identificar exactamente dónde existe mayor necesidad mediante el georreferenciamiento y ordenamiento de zonas en las que habitan familias en las mencionadas condiciones.
Asistencia gradual
Según Burt, la cantidad de beneficiados con el APEX crecerá en forma gradual, arrancando en el primer año (2013) con 10.000 familias, 30.000 familias en el segundo y después a razón de 41.000 familias anuales, hasta completar las 205.000 familias que, de acuerdo con registros oficiales están en condición de pobreza extrema.
El jefe del Gabinete Civil informó que Hacienda ya blindó US$ 124 millones para este año y que para el 2014 se pidió asegurar US$ 370 millones para los programas sociales en el marco de este plan.
Semáforo familiar
El “semáforo familiar”, que forma parte del plan presentado ayer en presencia del presidente Federico Franco, ministros, parlamentarios, empresarios, gremialistas y referentes de la sociedad civil, es una manera muy ágil de identificar lo que es pobreza, no pobreza y pobreza extrema con 50 indicadores. El mismo se basa en un software proveído gratuitamente por una empresa privada, en el que se muestran fotografías a la gente con miras a facilitar el tenor de las preguntas ante el analfabetismo funcional que afecta a muchos compatriotas.
Con un teléfono inteligente o una tableta, sencillamente se muestran fotos para ubicar las respuestas. En el caso de provisión de agua, se muestra a una señora llevando agua sobre la cabeza (si alguien marca está dentro de la pobreza extrema), un pozo (pobre) y la fotografía de una canilla (significa que por lo menos en agua no es pobre).
Diagnóstico propio
Burt explicó que con esta metodología de última generación, las familias paraguayas pueden hacer su propio diagnóstico, y lo que antes requería horas para este trabajo, hoy puede llevar, máximo, 20 minutos y sin intervención de algún experto de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censo (DGEEC), sino con la participación de las propias familias que, finalmente, saben dónde “les aprieta el zapato”.
De esta forma se compromete también a las familias a que si no tienen vacunas sus hijos se pueda trabajar con los organismos del Estado para la vacunación correspondiente.
Georreferenciamiento
Por otro lado, el plan permite georreferenciar a las personas afectadas por la pobreza, el gran problema de los beneficiarios de programas sociales es que no se sabe dónde viven, explicó Burt. Hará posible que se maneje con soltura la multidimensionalidad de la pobreza, porque permite ver autoestima, violencia contra la mujer, discapacidad, si las familias admiten tener conocimientos para generar ingresos por encima de la línea de pobreza, tener capacidad para planificar el futuro, consciencia sobre sus necesidades, etc.
El Gobierno es consciente de que solo no podrá encarar este tarea, razón por la cual será fundamental el apoyo del sector privado, universidades, sociedad civil, etc., para el logro de los objetivos propuestos.