Gobernación de Boquerón abandonó a su suerte al poblado de Margariño

La Gobernación de Boquerón sigue sin aparecer por el sector de la Línea 32. El Pilcomayo pone en peligro la única vía de salida hacia el Chaco Central y se requiere equipo vial para proteger el camino. El gobernador Walter Stoeckl (PLRA) abandonó a su suerte a los pobladores.

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El gobernador de Boquerón, Walter Stoeckl, abandonó a su suerte a pobladores de Margariño, La Chaqueña y Línea 32.

Estas comunidades se encuentran afectadas por la crecida del Pilcomayo y corren el riesgo de quedar aisladas por tierra, si las aguas llegan a cortar el tramo caminero que une Línea 32 con la colonia menonita Neuland.

En este momento, el río cortó el camino que entre Margariño y La Chaqueña; el temor es que suceda lo mismo con el tramo que lleva hasta el Chaco Central.

Neuland es el principal punto de abastecimiento de las comunidades distribuidas en el norte del fortín General Díaz; si el camino llega a quedar cortado se tendrán graves inconvenientes para el abastecimiento normal de los poblados.

Abandonados a su suerte

El gobernador Walter Stoeckl y el secretario de Obras Públicas de la Gobernación, Claudelino Rodas, optaron por dejar de lado a los poblados que rodean a la Línea 32 porque supuestamente existe un escaso número de seguidores del PLRA.

Sin importar las condiciones de emergencia que imperan en la zona, se habría priorizado enviar maquinaria vial a otras regiones del departamento con miras a asegurar votos para las próximas elecciones.

Una decisión absolutamente cuestionable por parte de los dirigentes liberales de Boquerón.

Taponamiento de La Madrid

La crecida actual del río Pilcomayo coincide con la temporada de lluvias en Bolivia y los desbordes son normales en esta época del año.

La situación se agrava en esta oportunidad por el taponamiento de la cañada La Madrid, cuyo cauce se encuentra lleno de sedimentos.

Al bajar las aguas, se encuentran con un muro y desbordan por los laterales, llegando a sitios donde no es usual que se escurran.

La Comisión Nacional del Pilcomayo demostró inoperancia en el manejo de La Madrid, resultado de la desidia e indolencia es una crecida que llega a sitios no se encontraban al alcance de las aguas.

Si llegan otros repuntes del río, la situación puede agravarse todavía más.

Desde Bolivia se confirmó que las lluvias continúan en las montañas.

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