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No cayó muy bien en la Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco) que la Conatel haya confiscado 10 megahertz (MHz) de los 40 que tenía la compañía en la banda 1900 MHz, y que está utilizando para desplegar 4G, la cuarta generación tecnológica móvil. A cambio de la quita, el regulador le entregó 10 megas en la banda 700 MHz, cuya licitación fijó para el próximo año.
“No había necesidad de que nos quite. Esa porción que nos otorgó a cambio en la banda 700 megaherz, Conatel tenía que haber asignado a la operadora que quede fuera de la subasta que planea”, expresó a nuestro diario el ingeniero Luis Cardozo, gerente técnico de la telefónica del Estado.
El regulador dispuso la quita del espectro para completar 60 MHz, cuya licitación comenzó el viernes último con la apertura de la consulta pública del pliego de bases y condiciones para adjudicar la banda 1700-2100 MHz, para desplegar banda ancha móvil 4G o LTE (Long Term Evolution).
A cambio de la confiscación de los 10 megas, Conatel le entregó a Copaco otros 10 megas en la banda 700 MHz, más conocida como dividendo digital, y cuya licitación prevé para el año próximo junto a la banda 2600 MHz. Ambas frecuencias serán destinadas a banda ancha móvil por indicaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
Cardozo criticó la actuación de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), presidida en forma interina desde el 25 de junio por la ingeniera Teresita Palacios.
Los técnicos de la telefónica del Estado están analizando qué impacto va a tener porque la compañía ya invirtió mucha dinero para desplegar el servicio 4G en la banda 1700. Ahora tienen que ver qué empresas fabrican los equipos radiobases y terminales (teléfonos celulares) para la banda 700 megahertz, señaló Cardozo.
“Nuestros usuarios que están viajando pueden estar hablando en la banda 1700 y al cruzar a otra zona puede quedar sin cobertura si no hay equipos para desarrollar la banda 700”, expresó.
Calificó de injusta la quita del espectro teniendo en cuenta que existen empresas que no explotan las bandas que tienen en su poder. Mencionó específicamente a la Compañía Privada de Comunicaciones (CPC SA), que en 1997 fue adjudicada por Manuel Cano Fleitas, entonces titular de Conatel, actual viceministro de Obras Públicas, un espectro de 26 MHz en la banda 900, que debía utilizar para telefonía celular PCS (Personal Comunications Service) en todo el territorio nacional.
El gerente técnico de Copaco también se refirió a los 50 MHz que tiene Tigo en la banda 2600 MHz desde 2012 y no explota.
“Nosotros consideramos que no existe trato igualitario en el mercado de las telecomunicaciones. No hay equidad porque Conatel está quitando de Copaco una porción de espectro que está utilizando y no hace nada contra las empresas que no están explotando el espectro que tienen”, subrayó Cardozo. Se les complica la situación, acotó, porque justo estaban elaborando un proyecto para dar servicio de voz, además de internet, en la porción del espectro que le quitaron, que ahora quedó con 30 MHz, tras la confiscación.
Los 40 megahertz le había otorgado Conatel en 2009, a pedido de parte. Según Cardozo, se trató de una reingeniería en la frecuencia que el regulador le había otorgado para su telefonía inalámbrica, hoy línea alta, que en ese entonces se denominaba Copacel.
“Para facturar más dinero”
El Estado confiscó los 10 megahertz (MHz) del espectro 1900 asignado a Copaco para disponer de 60 MHz y facturar más en la licitación de la banda 4G (1700-2100), que realizará próximamente. Si no le quitaba, tendría solo 50 MHz para subastar. Cada subbanda de 5 MHz tendrá un precio base de US$ 15 millones, según el pliego de bases. El ente regulador espera recaudar unos US$ 100 millones.
Recordemos que el viernes último abrió por diez días la consulta pública del pliego. Establece una serie de requisitos para las operadoras, como por ejemplo, que no tienen que tener más de 30 MHz en las bandas 1700, 1900 y 2100, así como la provisión de internet gratis a 95 sitios por uno y dos años.