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Los funcionarios comenzaron a aglutinarse desde las 7:00 en dos puntos del centro de Asunción: La plaza Uruguaya y el Parque Caballero. Los sindicatos de la ANDE, Copaco, Essap, Ministerio de Educación, Municipalidad de Asunción fueron los que mayor número de personas lograron movilizar, causando un caos vehicular en el microcentro por varias horas. En un momento, se podía observar inclusive el paso de colectivos frente al Panteón de los Héroes, sobre la calle Palma. Los bocinazos estuvieron a la orden del día. La Policía Nacional tuvo que dirigir el tránsito en algunas zonas para apoyar la labor de la PMT.
Poco después de las 9:00 los grupos comenzaron una ruidosa marcha hacia el Ministerio de Hacienda, donde realizaron la primera parada para repudiar al nuevo ministro Benigno López (extitular del IPS), uno de los principales impulsores del mencionado proyecto de ley.
Seguidamente, los manifestantes siguieron hasta la Plaza de Armas donde ya había un escenario montado y todo un despliegue policial en las inmediaciones al Congreso Nacional. “El punto central es que nosotros no queremos que un superhombre maneje la plata de los jubilados. Es mentira que es para controlar. Es para utilizar la plata de los trabajadores y fondear a este Gobierno. No estamos de acuerdo”, indicó Bernardo Rojas, de la Central Unitaria de Trabajadores Auténtica.
Reiteró que no están de acuerdo porque este proyecto no fue discutido con los trabajadores, los jubilados y empresarios. “Fue una decisión de los políticos, capitaneados por Benigno López y entre cuatro paredes resolvieron eso”, manifestó el sindicalista.
Agregó que la intención es que los trabajadores se jubilen a los 75 años, es decir cuando estén muertos. Cuando le consultamos en qué parte del proyecto se habla de modificar la edad de jubilación, Rojas comentó que “el proyecto habla de la reforma de la seguridad social y le da atribuciones al superintendente de jubilaciones para hacer esa reforma. Incluso a modificar los estatutos de las cajas de jubilaciones. Y esto es una orden del Fondo Monetario Internacional (FMI). Acá vino la directora del FMI a decir que los viejos se jubilan muy temprano y por eso quieren dar la jubilación a los 75 años y elevar los aportes. Esto está produciendo muchas reacciones en otros países y se están produciendo muertes de trabajadores, como ocurre en Nicaragua”, señaló.
Por su parte, Eduardo Ojeda, de la Corriente Sindical Clasista, trató de miserables a los legisladores que apoyaron la creación de la superintendencia de jubilaciones y anunció movilizaciones permanentes contra el proyecto que vuelve a la Cámara de Diputados.
Silvio Piris, de la FEP, alegó que este proyecto ya fracasó en otros países, como en Chile y Argentina.