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El ministro de Industria, Gustavo Leite, sostuvo ayer en Mburuvicha Róga que el MIC no tiene culpa en esto, “porque es el último eslabón de la cadena”. Añadió que Estigarribia investigará el destino que tuvieron unas 4.000 toneladas de carne que fueron “importadas” sin la autorización de Senacsa, de las 7.600 toneladas que trajo del Brasil el frigorífico Concepción.
Por su parte, el ministro de Agricultura y Ganadería, Luis Gneiting, alegó que el informe que presentó Idoyaga no fue satisfactorio, a pesar de que se le extendió el plazo una semana más.
La administración de Idoyaga, desde que saltó la crisis de la carne “importada”, buscó difundir el respaldo recibido por el organismo internacional de salud animal (OIE), donde fue recientemente nombrado como vicepresidente, quizá para frenar su destitución, pero finalmente se decidió ayer su salida.