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Santos indicó que Paraguay siempre estuvo sujeto a cambios climáticos, situación que hace que las variables económicas sean más volátiles que en otras partes. Sobre el caso particular de las heladas que arrasaron con las producciones de hortalizas (tomate, locote, zapallitos, etc.) y producción primaria en general en varias regiones del país, sostiene que no es la excepción a otras situaciones que se registraron anteriormente.
Dijo que a raíz de este último evento climático, se espera en el corto plazo un impacto en los precios por problemas de oferta o escasez en el mercado local.
“Esto va a tener un impacto temporal en los precios, pero es algo después va a bajar nuevamente, por lo que no vemos mayores riesgos inflacionarios que peligre la meta establecida”, sostuvo. La meta del Banco Central es cerrar con una inflación del 4% con un rango del -+2 de tolerancia.
Al primer semestre del año la inflación acumulada se situó en 2%.
Solo por la helada, las pérdidas en trigo y soja zafriña rondan los US$ 240 millones, además de la destrucciones casi masivas de plantaciones de hortalizas.
Menor ritmo económico En lo que respecta a la actividad económica, Alejandro Santos detalló que la economía venía creciendo a una tasa bastante elevada en el primer trimestre alrededor del 6,5%, pero que a partir de abril empezó a haber lluvias, por lo que menguó la actividad en sectores como la construcción, agricultura, ganadería y que ahora desafortunadamente, las heladas también tendrán su peso en el rubro.
No obstante, aseguró que el fenómeno es temporal y espera que el PIB siga creciendo, ya que los fundamentos siguen siendo muy sólidos. “La economía está creciendo a tasas bastante elevadas y para estándares internacionales es una de las más altas de América Latina”, indicó Santos. El FMI estima que el PIB crecerá este año 4,3%.